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David Hatchwell, el empresario «patriota» que financia a Nacho Cano y hace caja con China y la Generalitat
El empresario madrileño David Hatchwell, productor del musical de Malinche, impulsor en 2012 del proyecto Eurovegas, está al frente del grupo Excem, especializado ahora en tecnología y seguridad.
Con el pelo engominado hacia atrás -como acostumbra- camiseta negra ajustada, sentado junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pareciera que David Hatchwell atrayera hacia sí los focos del musical Malinche.
Al término del estreno de la tercera temporada de la obra de Nacho Cano, el pasado 14 de septiembre, cuando el líder de Mecano salió a escena, Hatchwell, en primera fila, jaleó como el que más.
«(…) los doce chulos de Marlaska, porque son unos chulos, unos chulos», soltó el artista español, en referencia a la polémica persecución policial a la que ha sido sometido por una supuesta contratación irregular de actores mexicanos.
David Hatchwell (Madrid, 1968), el millonario productor del musical, al frente del grupo empresarial Excem, se levantaba de su asiento durante la intervención de Nacho Cano; alargaba los brazos, vitoreaba, aplaudía, cantaba.
La obra ha trascendido su carácter artístico convirtiéndose en una oda contra la represión policial por parte del artista madrileño, y también en un arma política arrojadiza entre el Gobierno de Díaz Ayuso y el de Pedro Sánchez.
Y Hatchwell, que también ha acompañado a Nacho Cano en recientes protestas en Madrid contra la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela, se ha imbuido de ese espíritu.
Cuando este periódico ha tratado de contactar con el empresario madrileño, al frente de sociedades tecnológicas, inmobiliarias, cementeras, exponiendo el deseo de realizar un reportaje sobre su persona, el presidente del grupo Excem ha eludido dicha posibilidad.
«Es irrelevante», ha comentado. «Lo bueno y lo malo de ser judío es que todo el mundo piensa que estás detrás de todo», dijo en una corta conversación con este periódico. «Soy judío, sionista y patriota español«, afirmó.
¿Haría negocio un judío patriota español con el Gobierno independentista catalán? ¿Y con una compañía china investigada en Estados Unidos y en la Unión Europea?
El apellido Hatchwell
El presidente del grupo Excem carga consigo la impronta que tiene el apellido Hatchwell en la comunidad judía en España, así como con el esfuerzo de mantener la actividad de la compañía familiar durante medio siglo, sobreponiéndose a crisis financieras y políticas.
Mauricio Hatchwell, padre de David, nacido en 1940 en Casablanca (Marruecos), es una figura clave para el colectivo judío español, impulsor de la normalización de las relaciones entre España e Israel.
En 1949, el representante israelí ante la Asamblea General de la ONU votó en contra del levantamiento del boicot diplomático a España, advirtiendo de que el franquismo era «la única expresión superviviente» de la alianza fascista durante la Segunda Guerra Mundial. A partir de entonces, la dictadura franquista apoyó la causa palestina sin fisuras, y las relaciones entre España e Israel no se recompusieron hasta 1986.
El 1 de enero de ese año el Gobierno de Felipe González anunció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Israel, sin renunciar al reconocimiento del derecho a la autodeterminación del pueblo palestino.
Durante los años de la Transición, Mauricio Hatchwell se movió entre bambalinas, intermediando entre unos y otros, utilizando sus contactos en Estados Unidos para conseguir normalizar la relación entre los dos países.
Aún hoy, empresarios y políticos que vivieron aquella época destacan el carácter de Mauricio Hatchwell, fallecido en 2011, tanto a nivel intelectual como empresarial, y se refieren a él en general como «una buena persona».
Mauricio Hatchwell, enterrado en el cementerio del Monte de los Olivos, en Jerusalén, fue reconocido durante los años noventa con el Premio de la Concordia del Príncipe de Asturias; la Encomienda de Número de la Orden de Mérito Civil concedida por el Rey Juan Carlos y el Gobierno de España; y con el premio Jerusalem 3000 otorgado por Isaac Rabin, en 1995, el mismo año en el que el Primer Ministro israelí fue asesinado por un ultranacionalista judío recibiendo dos disparos que le perforaron un pulmón.
David Hatchwell recogió el testigo diplomático de su padre presidiendo la Comunidad Judía de Madrid entre 2011 y 2017.
En 2016 creó la Fundación HispanoJudía, en la que figuran como patronos miembros de la familia Koplowitz, el primer director del diario El País, Juan Luis Cebrián, o el mismo Nacho Cano, entre otros muchos.
Excem y Eurovegas
David y sus hermanos también continuaron con el legado empresarial de su padre.
Mauricio Hatchwell intuyó el fuerte desarrollo que, tras la muerte de Franco, se avecinaba sobre la economía española, necesitada de fuertes inversiones en infraestructuras de todo tipo, y a principios de los años setenta creó el grupo cementero Excem en Madrid.
La compañía de los Hatchwell se convirtió en multinacional, pero la crisis financiera e inmobiliaria iniciada entre 2007 y 2008 hundió la industria del cemento.
Desde entonces, de acuerdo a las cuentas del grupo consultadas por este diario a través de Insight View, Excem registra pérdidas de entre un millón o dos millones de euros o ligeros beneficios. Pero el giro que ha dado el grupo hacia la tecnología y la seguridad está dando ahora buenos resultados.
Graduado en la Escuela de Servicio Exterior de la Universidad de Georgetown, MBA en Negocios y Finanzas Internacionales por la Stern Business School de la Universidad de Nueva York, con experiencia laboral en Goldman Sachs y HSBC, David se puso al frente de Excem tras el fallecimiento de su padre. Con anterioridad, durante la última década del siglo XX, dirigió las operaciones del grupo en China.
A pesar de la profunda crisis en la que estaba inmersa la economía española cuando Hatchwell cogió las riendas de Excem, y en particular la industria del cemento, un increíble megaproyecto de juego y ocio planteado en Madrid estuvo a punto de relanzar la compañía familiar. Fue entonces cuando la figura de David Hatchwell comenzó a tomar altura entre el empresariado de la capital.
En septiembre de 2012, el grupo Las Vegas Sands anunció formalmente su intención de levantar un complejo de juego y ocio en Madrid, Eurovegas, con una inversión estimada de 18.000 millones de dólares. La multimillonaria familia judía Adelson, propietaria del grupo estadounidense, con una fortuna estimada cercana a los 30.000 millones de dólares, es amiga de la familia Hatchwell.
La Comunidad de Madrid distribuyó ese año una fotografía tomada en unos terrenos en la ciudad madrileña de Alcorcón, sobre los que se levantaría Eurovegas, en la que aparecían el dueño de Las Vegas Sands, Sheldon Aldelson; su esposa, Miriam Ochsorn; los consejeros de Economía y Hacienda y Transportes de la Comunidad de Madrid, Percival Manglano y Pablo Cavero; el alcalde de Alcorcón, David Pérez; y el presidente de Promomadrid, Jesús Sáinz.
También aparecía en la imagen David Hatchwell, junto a Sheldon Adelson. Pero entonces, los medios que publicaron la imagen no pudieron identificar al presidente de Excem, y en los pies de foto publicados no aparece su nombre.
Sheldon Adelson, fallecido en 2021, visitó varias veces Madrid, también Barcelona, en compañía de ejecutivos de Las Vegas Sands, siempre de la mano de su esposa Miriam, tratando de sacar adelante el proyecto de Eurovegas.
Adelson se movía en una silla de ruedas eléctrica, pero cuando aparecía la prensa o tenía que participar en algún acto público, conseguía alzarse sobre unas muletas y mantener la verticalidad. Su esposa se esmeraba siempre en hacer borrar a los periodistas las fotos que tomaban de Adelson en silla de ruedas.
En sus visitas a España, David Hatchwell hizo de anfitrión de los Adelson. Su nombre comenzó a aparecer ya en los medios. Pero tras multitud de visitas, de negociaciones con los gobiernos autonómicos y central, de viajes, el grupo Las Vegas Sands terminó por desistir del proyecto en Madrid.
China y la Generalitat
En 2023, Excem Grupo 1971 logró mejorar sustancialmente sus resultados, logrando unos ingresos de 34 millones de euros, casi diez millones más que en 2022, y un beneficio de 0,7 millones, frente las pérdidas de un millón de euros del ejercicio anterior.
El grupo ha dejado atrás su vinculación con el mundo del cemento y en la actualidad su gran apuesta es la tecnología y la seguridad. Pero es este cambio el que ha llevado a David Hatchwell a formalizar alianzas y adjudicarse contratos aparentemente comprometidos para alguien que se define como sionista y patriota español, acude a protestas contra la dictadura de Maduro, o se sienta junto a Isabel Díaz Ayuso en Malinche.
El grupo Excem mantiene una alianza, una UTE empresarial, con Nuctech Warsaw Company, filial en Europa de la china Nuctech Hong Kong, controlada en última instancia por Tsinghua Tongfang que cotiza en la Bolsa de Shanghái (China).
Como publicó el viernes este periódico, tanto Estados Unidos como la Unión Europea investigan a Nuctech.
La Administración Biden ha advertido a empresas españolas que deberían evitar contratos con algunos proveedores chinos, entre los que destaca Nuctech. Y la Comisión Europea ha registrado este año las oficinas europeas de la compañía.
Excem se ha adjudicado este año un contrato de cinco millones del departamento de Interior de la Generalitat
El pasado mes de mayo la UTE formada por Excem y Nuctech se adjudicó un contrato por valor de 0,8 millones de Aena. La compañía pública española concedió otro contrato a la misma alianza a finales del pasado año, por cerca de cuatro millones.
El auditor de las cuentas de 2023 de Excem advierte de una salvedad en las mismas, relacionada con esa alianza con Nuctech.
El activo de esa UTE asciende a 11,65 millones de euros, según el auditor, pero, advierte, la dirección de la sociedad «no tiene control sobre la información de la UTE y, por tanto, no nos ha podido proporcionar la documentación necesaria para llevar a cabo una revisión limitada de sus estados financieros».
¿Qué pensará la familia Adelson de esta asociación?
Los Adelson son posiblemente los mayores donantes privados de Donald Trump y sus campañas presidenciales, con más de 200 millones de dólares entregados en las anteriores elecciones. El candidato republicano es el presidente estadounidense que mayores aranceles ha impuesto y propuesto sobre las empresas chinas.
Este año, el grupo de los Hatchwell se ha adjudicado un contrato del departamento de Interior de la Generalitat presidida por Pere Aragonès, por importe de cinco millones de euros, para ofrecer el «servicio de intercepción legal de las comunicaciones de la Dirección General de la Policía«, durante los años 2024-2028, con la incorporación «del hardware y el software más avanzado».
El grupo Excem tiene que ofrecer a los Mossos, entre otros servicios, un sistema de recolección y procesamiento de las comunicaciones interceptadas; de captura de identidades de terminales móviles; o sistemas tácticos de monitorización de comunicaciones móviles 3G, 4G, 5G.
La Generalitat justifica la adjudicación por la necesidad de realizar «investigaciones de delitos de terrorismo, crimen organizado y determinados delitos graves, garantizando la adecuada autorización judicial y la integridad en la custodia y salvaguarda de las pruebas recogidas».