Dani García asegura que no conocía los detalles del contrato por el que le reclaman seis millones
El cocinero asegura que sus funciones en el negocio estaba orientadas a la parte gastronómica y creativa
Dani García, quien se enfrenta a una solicitud de concurso de acreedores instada por un miembro de La Gran Familia Mediterránea, como avanzó en exclusiva Economía Digital, ha asegurado que no conocía los detalles del contrato, ya que tiene un equipo detrás que le mantiene informado y se encargaba de ello.
En estos términos se ha expresado durante la vista celebrada esta semana, para la que ha tenido que acudir al Juzgado de lo Mercantil número dos de Málaga. Ahora la jueza habrá de considerar si el caso se califica como voluntario o necesario, pero también si existe deuda, tal y como han dado a conocer fuentes judiciales a la agencia EFE.
A lo largo de su intervención en Sala, el cocinero ha insistido en que no tenía constancia de los detalles del contrato. A la vez, ha recalcado que sus funciones en el negocio comida a domicilio lanzado por el chef español hace cuatro años estaban orientadas a la parte gastronómica y creativa.
Cabe recordar que el procedimiento se remonta a cuando el chef se lanzó hace algunos años al negocio de comida a domicilio a través de La Gran Familia Mediterránea. Sin embargo, el negocio sufrió el fuerte impacto de la crisis sanitaria originada por la pandemia, de manera que, a pesar de que todo apuntaba a que el balance era positivo, a finales de 2022 comenzaron los problemas.
Dix, la empresa socia que gestionaba la contratación de trabajadores, entre otras tareas, rescindió el contrato el pasado verano y reclamó seis millones de euros. «Pasamos unas semanas difíciles», ha admitido el cocinero, quien también ha destacado que «de un día a otro todo se tambaleó». En este sentido, ha remarcado que su mayor preocupación fue el centenar de trabajadores que se vieron afectados.
Concurso de acreedores
Según desvelaron fuentes consultadas por Economía Digital, el grupo que instó el concurso de la sociedad del chef español está convencido que esta ha incurrido en un sobreseimiento generalizado en los pagos, uno de los supuestos normativos por los que podría ser declarada en concurso.
Las pérdidas en las que ha incurrido la empresa de reparto de comida a domicilio genera en el deudor una mayor incertidumbre de cobro, que sería inviable en el caso de que fuera liquidada la sociedad.
Teniendo en cuenta que la empresa propietaria de La Gran Familia Mediterránea, Rima Gastronómica, no tiene inscrito a su nombre ningún activo, ya que los establecimientos que ha ocupado para instalar sus cocinas no son de su propiedad, sino alquilados, el desembolso de los pasivos exigidos aún es más complicado.
El grupo instante del concurso de La Gran Familia Mediterránea requiere principalmente que el Juzgado nombre una administración concursal independiente al frente de la sociedad, como única posibilidad para recuperar, al menos, parte de la deuda debida, ante la situación de insolvencia que presentaría.