Un acreedor de Dani García le reclama 8 millones y dice que ocultó su insolvencia
Un acreedor de la empresa de envío de comida a domicilio de Dani García advierte que se ocultó la situación de insolvencia perjudicando a sus acreedores.
Un acreedor afectado por la quiebra de La Gran Familia Mediterránea reclama al Juez a cargo del concurso de la empresa de Dani García que el chef español sea condenado a pagar 8 millones de euros e inhabilitado para administrar empresas durante un periodo de 15 años.
En su informe enviado al Juzgado Mercantil número dos de Málaga, el acreedor, que ostenta un crédito de más de un millón de euros contra la empresa de Dani García, advierte que Rima Gastronómica -la denominación societaria de La Gran Familia Mediterránea- se encontraba en situación de insolvencia desde el año 2021, realidad que fue ocultada a los acreedores hasta que se instó el concurso de la compañía, en septiembre de 2023.
«Es más que evidente que conociendo o previendo esa situación de insolvencia, el no acudir a los mecanismos preconcursales establecidos legalmente, supone la generación o la agravación de la situación de insolvencia«, indica el informe del acreedor.
La empresa de Dani García venía incumpliendo la llevanza de las cuentas anuales desde el ejercicio 2021, lo que supone «un hecho culposo y gravoso del órgano de administración de Rima Gastronómica», ya que de esta manera los acreedores «no podían tener acceso a información relevante para tomar decisiones empresariales».
Como publicó en exclusiva este diario, la administración concursal designada por el Juez en el concurso de Rima Gastronómica ya ha solicitado que el concurso sea declarado culpable, y que Dani García sea condenado a pagar 2,5 millones de euros y sea inhabilitado para administrar empresas durante cinco años.
Tras la presentación al Juzgado por parte de la administradora concursal de su informe de calificación, los acreedores pueden presentar nuevas alegaciones. Después, Dani García tiene unos días para oponerse a las reclamaciones y finalmente el Juez señalará vista de juicio, previsiblemente para el primer trimestre del próximo año.
Dani García puso en marcha La Gran Familia Mediterránea a principios de 2020, a través de la sociedad Rima Gastronómica. Su constitución coincidió prácticamente con el estallido del Covid y el impulso del negocio de la entrega de comida a domicilio por los confinamientos decretados. El chef se asoció con conocidos youtuber, como Ibai Llanos, para comercializar sus productos.
En 2021 abrió once cocinas en siete ciudades españolas (las conocidas como dark kitchens). En 2023 la web de la empresa dejó de funcionar, como publicó este periódico.
Dani García, 15 años de inhabilitación
En su informe de alegaciones, el acreedor de la empresa del chef malagueño explica las razones por las que considera que Dani García tendría que ser condenado a pagar 8 millones -en lugar de los 2,5 millones reclamados por la administración concursal- y a ser inhabilitado para administrar bienes ajenos por un periodo de 15 años (en vez de cinco años como solicita la administración concursal).
«A diferencia de lo que manifiesta la Administración concursal en su informe, esta parte entiende que sí que existen concausas, que suponen una agravación de la insolvencia», destaca el acreedor de Rima Gastronómica en la reciente presentación de su informe al Juzgado.
La compañía de reparto de comida a domicilio de García efectuó transacciones con empresas vinculadas, denuncia el acreedor, «con la finalidad de vaciar patrimonialmente a la mercantil Rima Gastronómica».
De esta forma evitaba que los acreedores pudieran ejercer acciones de reintegración, con el objetivo de devolver al concurso bienes que habían salido del patrimonio de la empresa antes de la declaración de concurso.
También advierte el acreedor sobre la dificultad existente para conocer la situación financiera de Rima Gastronómica, debido a que hubo una escisión de la empresa de Dani García «de la que los acreedores no han tenido conocimiento y que no consta inscrita en el Registro Mercantil ni publicada en el Borme».
Sin esa información, denuncia el acreedor, los acreedores otorgaron crédito a Rima Gastronómica «sin saber que parte de su negocio había sido escindido».
En la actualidad, añade, no hay conocimiento de dicha escritura, ni de los activos separados del negocio, su valor y por qué se llevó a cabo esa escisión. «Pero sí que se tiene claro que se ha hecho con total ocultamiento a los acreedores para que no pudieran comprender la situación patrimonial y financiera de la compañía».
El acreedor además subraya que, atendiendo a la definición de lo que se considera déficit patrimonial concursal, el de Rima Gatronómica no sería 2,5 millones, como manifiesta la administración concursal.
En su informe, el acreedor indica que, según sentencia del Tribunal Supremo, el déficit concursal debe entenderse como «el pasivo contra la masa y el concursal que no puede satisfacerse con el activo realizado, precisando que no puede sostenerse que sea el que había al declararse el concurso».
Según la documentación del concurso de la empresa de Dani García, el activo con el que contaba era de 4,1 millones, mientras que el pasivo ascendía a 12,4 millones.
Así, el déficit patrimonial sería de 8,2 millones, siendo este el resultado de restar a los 12,4 millones de pasivo los 4,1 millones que tiene como activo la concursada.