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Criteria 1 – Gobierno 0: El plan de 40.000 millones de Simón y Fainé para embridar el Ibex
Criteria da una lección también al independentismo: no hay mejor forma de volver a dar poder a Cataluña que apostar por inversiones anuales de 2.500 millones y que esas decisiones se vayan a tomar en Barcelona
Y llegó Criteria. Hace 30 años un ciudadano catalán estaba engrosando las cuentas de La Caixa desde que se despertaba hasta que se acostaba. Encendía la luz de su casa y la Caixa (con su participación en Endesa) hacía ‘clinclinc’; también cuando abría el grifo (Agbar), se duchaba (Gas Natural), desayunaba (Panrico), cogía el coche para ir a trabajar (Repsol), pasaba por el peaje (Abertis), pagaba el alquiler (Colonial) y llamaba a casa para decir que todo bien (Telefónica).
La crisis financiera diluyó esta superpotencia en favor de fondos americanos, europeos y árabes. Pero Criteria presentó este lunes su plan estratégico y su presidente, Isidro Fainé, lo ha planteado sutilmente como un ‘Regreso al futuro’. Una viaje para alcanzar activos de 40.000 millones en 2030 y alcanzar un volumen que le colocaría simbólicamente entre las 4 mayores Ibex. Para ello, ha fichado a Ángel Simón como CEO, y los efectos no se han hecho esperar.
Criteria y su ‘regreso al futuro’
“Haz las cosas pensando en el futuro, porque es el sitio donde vivirás el resto de tu vida”, parafraseó Fainé en el acto celebrado en las Torres de la Diagonal que, por primera vez en muchos años, movilizó decenas de ejecutivos y directivos en sentido Madrid-Barcelona y no al revés. Ahí se cuadraron los primeros ejecutivos de ACS, Repsol, Cellnex, Naturgy o Colonial, empresas en las que Criteria ha actuado recientemente.
Un futuro que pretende volver a un escenario donde La Caixa era un potente grupo industrial con tomas activas de decisión en el marco de sus participadas, como destacaron Fainé y Ángel Simón, CEO de Criteria, “un sentido de compromiso en la gestión de las empresas en las que participamos”, con voluntad de actuar y “acompañar en la gobernanza”.
Criteria, Telefónica y Naturgy
Este es un escenario muy diferente a la simple suma de apuntes contables. Las lecciones de la entrada de los saudíes STC en Telefónica o las amenazas de los fondos en Naturgy llevan a Criteria a tomar posiciones más activas en la gestión de sus participaciones.
El objetivo es mantener un componente nacional en las decisiones de los grandes grupos españoles con la intención de potenciar su retorno a la sociedad y la estrategia a largo plazo, también industrial, en contraposición a movimientos especulativos y de ciclos cortos de fondos extranjeros.
Algo así es lo que dice defender también el Gobierno de Pedro Sánchez cuando decide entrar en Telefónica tras la irrupción de STC o los cambios accionariales en Indra. Sin embargo, el plan de Simón es una propuesta seria y equilibrada, lejos de los bandazos y ataques de orgullo del equipo económico de Moncloa, que dice que quiere españolizar compañías cuando en realidad las quiere politizar. Prueba de ello es el nuevo consejero de la SEPI en Telefónica, Carlos Ocaña, cuyo mayor activo en el CV es ser amigo personal de Pedro Sánchez.
Prueba de la diferencia de Criteria y el Gobierno es también la presentación de un plan estratégico d para aumentar los activos en 13.000 millones a 40.000 millones con siete ejes de actuación, mientras que la SEPI ha alcanzado su 10% en Telefónica como las coces de un caballo sin previo aviso ni estrategia.
Barcelona vuelve a ganar fuerza de gravedad
El movimiento de Criteria es el primero en muchos años que devuelve cierta fuerza de gravedad a Barcelona frente a otros destinos económicos nacionales e internacionales. De nuevo, el anuncio desde la capital catalana fue mucho más contundente que las estériles, siendo bienpensados, o directamente dañinas, maniobras del independentismo catalán para devolver sedes de empresas y ejecutivos a Cataluña. Lo que más contribuye a volver a colocar a Cataluña en el radar es que una corporación haya decidido aumentar sus inversiones en más de 2.500 millones de euros anuales y que esas decisiones se vayan a tomar en Barcelona. He ahí el camino de regreso a casa.
Una pena, sin embargo, la ausencia de clase política. Ni un ministro del Gobierno Sánchez, en teoría socio recurrente de Criteria en inversiones estatales, ni tampoco el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ni su posible sustituto, Salvador Illa (PSC)