Cox afronta su salida a Bolsa con litigios que podrían suponer un mazazo de 350 millones
El grupo de energía y agua Cox, de Enrique Riquelme, afronta demandas y juicios millonarios heredados de Abengoa.
El grupo energético y de agua Cox afronta su salida a Bolsa, el próximo 14 de noviembre, con contingencias legales que podrían llegar a suponer un mazazo de 350 millones de euros.
La compañía creada y controlada por el joven empresario Enrique Riquelme (Alicante, 1989) reconoce en el folleto de salida a Bolsa, publicado el martes en la CNMV, que, en la actualidad, el «pasivo potencial» derivado de «contingencias legales» asciende a 350,4 millones de euros.
El grupo también señala que ha provisionado, por las contingencias legales abiertas, 73,8 millones, y que los ingresos potenciales derivados igualmente de procesos judiciales en los que está inmerso como demandante «ascienden a 136,3 millones«.
Buena parte de los litigios que afronta Cox provienen de Abengoa. La compañía de Riquelme se hizo con los activos de la que fuera la gran multinacional española de renovables a principios del pasado año, tras imponerse en una subasta organizada por el Juzgado mercantil de Sevilla a fondos de inversión y el grupo Urbas.
Entre las demandas y procesos judiciales que Cox ha heredado de Abengoa se encuentran varios en Brasil, también en Omán (por el proyecto de la desaladora Salalah) o Kenia, además de otros de menor cuantía en España.
Cox asegura que el número y la importancia de las disputas legales «ha aumentado» a medida que crecen los ingresos del grupo y su presencia en otros mercados, y sus operaciones son más complejas.
El grupo asume que «probablemente seguirá enfrentando procedimientos legales», y que las reclamaciones y demandas «son una parte normal de las operaciones de la compañía». También admite que, aunque se han contratado seguros, «puede haber casos en los que el grupo sea considerado responsable y la responsabilidad resultante no esté cubierta por el seguro».
Cox destaca que el objetivo de su salida a Bolsa es utilizar parte de los ingresos obtenidos para financiar parcialmente sus proyectos de agua y energía.
En particular, la empresa asegura que empleará el dinero logrado en la OPS en concesiones de plantas de desalinización «que nos puedan adjudicar en los próximos años», así como concesiones en líneas de transmisión de energía «cuyas necesidades de capital estimamos que ascenderían aproximadamente a 19 millones de euros».
Una vez Cox comience a cotizar, Enrique Riquelme seguirá siendo su primer accionista, con el 61,4% del capital. El empresario Alberto Zardoya, accionista del grupo desde sus comienzos, tendrá un 12%. La mutualidad de los arquitectos, HNA, dispondrá del 3,56%.
El grupo incluye en su folleto resultados semestrales sin auditar. Según la información publicada por la empresa, entre enero y junio habría logrado unos ingresos de 306,4 millones, un 56% más que en el mismo periodo del año anterior.