Correos ve «posible» perder el juicio contra Unipost por 301 millones y se asoma al abismo

Correos admite en su Memoria de 2022 la existencia de dudas sobre su capacidad para mantenerse como empresa en funcionamiento.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el Presidente de Correos, Pedro Saura. EFE/Kiko Huesca

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el Presidente de Correos, Pedro Saura. EFE/Kiko Huesca

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El grupo Correos ve «posible» perder el juicio contra el operador privado postal Unipost, que le reclama 301 millones de euros, y se acerca al abismo tras registrar abultadas pérdidas en los últimos años, con una plantilla compuesta por 54.000 personas.

La compañía pública admite en su Memoria del último ejercicio auditado, 2022, sobre el juicio que tenía pendiente con Unipost, que, a la fecha de la formulación de las cuentas, «el riesgo se estima como posible«.

A pesar de ello, el grupo decidió no provisionar cantidad alguna vinculada al procedimiento, a la espera de que se celebrara el juicio y se presentaran las conclusiones de las partes.

El grupo admite en su Memoria de 2022 factores que suponen dudas sobre su capacidad para mantenerse como empresa en funcionamiento

En el caso de la multa impuesta en febrero de 2022 por la CNMC a Correos de 32,6 millones de euros, recurrida por la compañía ante la Audiencia Nacional, el grupo sí que provisionó 24,45 millones al considerar el riesgo como probable en un 75%.

La vista por el juicio de Unipost, que interpuso su demanda ante el Juzgado Mercantil número 7 de Barcelona en junio de 2020, reclamando a Correos una indemnización de 301 millones más intereses y las costas del procedimiento, se ha celebrado este mes.

Las previsiones sobre la próxima sentencia, de acuerdo a fuentes conocedoras del proceso, no son nada halagüeñas para Correos. El proceso ha quedado prácticamente visto para sentencia.

Se está a la espera de recabar datos de negocio de Correos con tres grandes clientes; buena parte de la demanda de Unipost se centra en los bajos precios que la compañía pública cobraba a los grandes clientes aprovechando las subvenciones públicas recibidas, que hacían imposible la competencia.

Pérdidas y dudas

Una sentencia desfavorable para Correos dejaría al grupo controlado por la Sepi en una situación muy delicada. La compañía reconoce en sus cuentas de 2022 que existen factores que ponen en duda el principio de empresa en funcionamiento.

«Las cuentas anuales consolidadas han sido formuladas asumiendo el principio de empresa en funcionamiento», indica el grupo. «Si bien», añade, «existen ciertos factores del negocio que podrían considerarse como causantes de duda«, así como otros que mitigarían esas mismas incertidumbres.

Correos registró pérdidas por importe de 217 millones de euros en 2022, y de 106 millones un año antes, reduciendo sus fondos propios, entre un año y otro, hasta los 633 millones (desde los 850 millones al cierre de 2021). Para el año 2023 se prevé que el grupo registre aun mayores pérdidas, cercanas a los 300 millones de euros.

La compañía sostiene que, simplemente, las pérdidas registradas se deben a que su negocio tradicional, «el envío de cartas, sigue a la baja». Algo que sucede, asegura, «en todos los operadores postales del mundo».

Las previsiones, señala Correos en su Memoria de 2022, eran que ese año se produjera «la esperada recuperación económica postpandémica», pero la invasión de Ucrania y sus efectos «alteraron estos pronósticos».

Para paliar la situación y las dudas generadas, el grupo presidido ahora por Pedro Saura -quien ha sustituido en el puesto recientemente a Juan Manuel Serrano, amigo de Pedro Sánchez, jefe de gabinete de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE entre 2014 y 2018- proponía en su Memoria de 2022 aplicar recetas similares a las expuestas hace veinte años: potenciación del negocio de la paquetería, negocio de telefonía, crecimiento internacional, así como «la potenciación de sinergias dentro del grupo».

El grupo se aferra, en todo caso, al Real Decreto-ley de 2022 que establece la exclusión de las pérdidas de los ejercicios 2020 y 2021 en la determinación de los fondos propios para el cálculo de la causa de disolución. Grant Thornton, auditor de las cuentas de Correos, no advierte salvedad alguna.

Deuda disparada y Kutxabank

De acuerdo a la Memoria Consolidada del ejercicio 2022 de la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, la compañía terminó ese ejercicio con deudas a largo plazo con bancos por importe de 560 millones de euros, 228 millones más que en 2021.

En ese año, Correos contrató tres pólizas de crédito con CaixaBank (dos por 221 millones en total) e Ibercaja (10 millones). El grupo afronta ahora la devolución de un préstamo de 325 millones con Kutxabank.

La compañía pública contrató con Kutxabank un préstamo de 325 millones en 2021, con un tipo de interés al 0%, que tiene que devolver en su totalidad el próximo mes de abril.

Correos asegura que no prevé «dificultad alguna» para la «obtención de la refinanciación de la misma», una vez que tanto en 2022 como en 2023 «ya se ha obtenido financiación adicional y los diferenciales en los tipos de interés obtenidos en 2022 y los ofrecidos en 2023 están totalmente acordes a mercado».

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