El comercio barcelonés alerta del cierre del 60% de los locales
Comerciantes y restauradores piden a las administraciones "responsabilidad para evitar la crisis social que se derivará de la crisis económica"
Después de que se hiciera público el rebrote en Barcelona y sus consecuentes medidas restrictivas, en solo un par de días se causaron anulaciones de reservas y caídas de ventas de más del 70% en la restauración y el comercio.
Tras este choque para el negocio, la asociación que agrupa a los ejes comerciales de la capital catalana, Barcelona Oberta, junto con el Gremio de Restauración de Barcelona, ha expresado este domingo su malestar por las medidas restrictivas decretadas por el Govern. Advierte de que puede abocar al cierre definitivo del 60% de los establecimientos.
La Generalitat recomienda no salir de casa a cuatro millones de catalanes que viven en 13 municipios de la primera corona metropolitana y en las comarcas leridanas del Segrià y de la Noguera, y amenaza con que «el siguiente paso será el confinamiento domiciliario, que podría ser antes de 15 días».
Además, desde el pasado sábado se prohíben las reuniones de más de diez personas, se limita al 50% el aforo en bares y restaurantes, se cierran cines, teatros, locales de ocio nocturno y gimnasios y se restringen las visitas a las residencias de mayores.
«Las medidas aplicadas para la contención del brote de la pandemia castigan a los establecimientos que han cumplido escrupulosamente las normas sanitarias y de distanciamiento social. Tienen una afectación grave sobre su actividad y los aboca a cierres definitivos», advierten las asociaciones.
Test, seguimiento, control y rastreadores
Exigen también que se hagan «test masivos, pruebas PCR, seguimiento, control y rastreadores suficientes para aislar los posibles contagiados y evitar así rebrotes que puedan desembocar en un nuevo confinamiento de la población». Es la falta de control de los brotes lo que molesta al Gremio de Restauración de Barcelona y a Barcelona Oberta, que opinan que podría haberse evitado con dispositivos de seguimiento.
«El sector ha cumplido con su parte de responsabilidad, acondicionando los establecimientos —EPIS, señalética, dispensadores de hielo, mamparas—, con todo lo necesario para garantizar la seguridad tanto de sus trabajadores como de clientes», aseguran. Es por eso que el sector exige a las administraciones «buena gestión y responsabilidad con la aplicación de sanciones a aquellos que incumplan las normas sanitarias y de distanciamiento social».
El sector —que no descarta reclamar daños patrimoniales a las administraciones— ha pedido una reunión urgente con los consellers de Interior, Miquel Buch, y de Salud, Alba Vergés, para exigir que las decisiones se tomen «con mirada larga para evitar los daños económicos que se pueden derivar, ya que esta situación acabará desencadenando una grave crisis social».