El consejero de Podemos en Enagás: 700.000 euros en cinco años, pese a no respaldar ningún informe de remuneraciones
Cristóbal Gallego cobró 160.000 euros en 2024 como consejero independiente de la gasista
Cristóbal Gallego Castillo, consejero de Enagás
Cristóbal Gallego, consejero independiente de Enagás, lleva cinco años sin votar el informe de remuneraciones del consejo de administración de la gasista. Desde que entrara en 2020 en el máximo órgano de decisión de la compañía, el experto energético vinculado a Podemos se ha embolsado más de 700.000 euros.
Según consta en el informe de remuneraciones de 2024 publicado por Enagás, Gallego se abstuvo de votar el documento y, por tanto, respaldar los salarios del consejo, «manifestando no tener experiencia en cuestiones retributivas en el sector privado». Argumento que ha utilizado todos los años para abstenerse de votar el informe.
El sueldo a percibir por sus funciones como consejero independiente, es decir, que no representa intereses de ningún accionista de relevancia, fue de 160.000 euros en 2024.
Una cifra idéntica a la que ha cobrado en 2023, 2023, 2022 y 2021. Sumado a los 69.000 euros que percibió en 2020, Gallego acumula un total de 709.000 euros por la retribución que Enagás le otorga como consejero.
El experto energético e ingeniero aeronáutico entró en el consejo de la gasista en 2020, según se publicó entonces en prensa como cuota de Podemos.
Gallego integraba entonces el Observatorio Crítico de la Energía y fue también miembro de la comisión nacional de expertos en transición energética como representante de Unidas Podemos. Es profesor contratado doctor en la Universidad Politécnica de Madrid, departamento de aeronaves y vehículos espaciales.
En su momento, explicó que en caso de pasar a formar parte del consejo de la gasista dejaría de ser oficialmente miembro de dicho observatorio. Además, aseguró que donaría cada año la cantidad de dinero suficiente para que su principal fuente de ingresos siguiera siendo su actividad profesional y mostrar que no existe una motivación económica.
Un consejo de expolíticos que no ve mermado su sueldo
En el mismo año que entró Gallego al consejo, también pasaron a ocupar un sillón como independientes los ex políticos del PSOE Pepe Blanco y José Montilla.
Los socialistas han percibido 175.000 y 160.000 euros respectivamente por su labor como consejeros en 2024 en la compañía cuyos máximos accionistas son el Estado (5%) a través de la Sepi y el dueño de Inditex, Amancio Ortega (5%).
Otro de los nombres que compone forma parte del órgano ejecutivo de Enagás es el de Natalia Fabra, quien fuera asesora de cabecera de Teresa Ribera en su etapa como ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico. La también independiente cobró 160.000 euros de sueldo como consejera.
El exdiputado socialista y exdelegado del Gobierno en Castilla-La Mancha Manuel, Gabriel González Ramos, y la que fuera ministra de Asuntos Exteriores bajo el Gobierno de Aznar, Ana Palacio, también se encuentran en el consejo de la gasista. Ambos cobraron 160.000 y 190.000 euros respectivamente.
En cualquier caso, ninguno de los consejeros han visto mermada su retribución y Enagás les pagará lo mismo que en el año anterior. La gasista, que ha registrado unas pérdidas cercanas a los 300 millones de euros por la venta de su participación el Tallgrass y el laudo en Perú, sí ha recortado la retribución de sus primeros espadas.
El CEO de Enagás cobra un 18,5% menos por no cumplir objetivos
Es el caso del consejero delegado, Arturo Gonzalo Aizpiri, que percibió una retribución total de 1,709 millones de euros en 2024 como CEO y único ejecutivo de Enagás, lo que representa un descenso del 18,5% con respecto a los 2,097 millones de euros de 2023.
En cuanto a Antonio Llardén, recibió un retribución de 730.000 euros en el ejercicio 2024 como presidente de Enagás, un 43,6% menos que en el año anterior.
Llardén cesó en sus funciones ejecutivas el 31 de marzo de 2022, fecha en la que se procedió a la extinción de su contrato sin percibir ninguna indemnización a su favor y, desde entonces, ejerce como presidente no ejecutivo.
Estos recortes se dan en la parte variable que perciben por cumplir con una serie de objetivos relacionados con los resultados económicos, los ingresos regulados obtenidos, la transformación de la empresas, su diversificación o la sostenibilidad.