La comunidad judía en España reclama en EE UU la devolución del cuadro del Thyssen expoliado por los nazis
La comunidad judía en España se pregunta por qué el Museo del Prado busca recuperar obras robadas por el régimen de Franco y el Thyssen retiene un cuadro expoliado por los nazis.
La Comunidad Judía de Madrid y la Federación de Comunidades Judías de España presentaron el lunes ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos escrito de apoyo a la familia Cassirer, que reclaman al Thyssen la devolución del cuadro Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia, de Camille Pissarro, expoliado por los nazis.
En enero de 2024, aplicando derecho sustantivo español, la Corte Federal de Apelaciones del Noveno Circuito (en California) sentenció que el Estado español era el legítimo propietario de la obra.
Los herederos de Lilly Cassirer, el antiguo propietario del lienzo, solicitaron la reconsideración por el pleno de la decisión a la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, que denegó revisar el caso, con un duro voto particular de uno de los magistrados. La familia Cassirer recurrió entonces al Tribunal Supremo de Estados Unidos.
Los judíos en España se preguntan por qué el Museo del Prado busca restituir obras robadas por el régimen de Franco y el Thyssen retiene un cuadro expoliado por los nazis
La Comunidad Judía de Madrid y la Federación de Comunidades Judías de España, representada por el bufete español B. Cremades & Asociados, se ha personado durante como amicus curiae (tercero interesado) desde el año 2017, mientras que la Abogacía del Estado ha apoyado a la Fundación Thyssen.
En su nuevo escrito, la comunidad judía en España destaca las contradicciones existentes entre la política exterior e interior del Estado español al negarse a devolver la obra al tiempo que firma acuerdos internacionales de reposición de obras expoliadas o contra saqueos.
Entre esos acuerdos, recuerdan, se encuentran los Principios de Washington, la Declaración de Terenzin o convenciones de la Unesco. Pero también advierten que recientemente el Ministro de Cultura español ha comentado que el caso podría haberse gestionado de otra manera.
Los abogados de los judíos en España destacan también que la ley con la que el Estado español apoya a la Fundación Thyssen, el artículo 1955 del Código Civil, data del siglo XIX, «más de 50 años antes del Holocausto», y que este «nunca ha sido modificado para reflejar los tiempos actuales, ni siquiera para reflejar las opiniones públicas y explícitas del gobierno español con respecto a la restitución de las obras de arte robadas por los nazis».
Además inciden en el «esfuerzo» que está haciendo ahora el Gobierno español para devolver obras de arte y otros bienes confiscados durante la Guerra Civil española.
En concreto, recuerdan, en 2022 el Museo del Prado lanzó una iniciativa diseñada para identificar obras de arte saqueadas durante la Guerra Civil para devolverlas a sus legítimos propietarios. Y apuntan que 85 años después de la incautación ilegal de pinturas Vicente López y Portaña y Frans Pourbus el Joven, «fueron devueltas al tataranieto de la víctima original del robo en tiempos de guerra».
En junio del pasado año el Ministerio de Cultura publicó una lista de más de 5.000 obras de arte robadas por el régimen de Francisco Franco, para ayudar a la recuperación de bienes familiares, pinturas, esculturas y joyas.
Todos estos esfuerzos mostrados por España para restituir obras de arte expoliadas, concluye la comunidad judía en su escrito al Tribunal Supremo de Estados Unidos, son contradictorios con el apoyo dado a la Fundación Thyssen para retener el cuadro de Pissarro.
El cuadro de Camille Pissarro, pintado en 1897, se expone en el museo Thyssen desde el año 1993. La obra era propiedad en la década de los años treinta del pasado siglo de Lilly Cassirer y su marido, quienes lo vendieron por 360 dólares para conseguir un permiso para huir de la Alemania nazi y establecerse en Inglaterra.
En 1976, el barón Hans-Heinrich Thyssen-Bornemisza adquirió el lienzo al dueño de una galería de Nueva York, por 275.000 dólares (hoy tendría un precio superior a los 20 millones de dólares). Los nietos de aquel matrimonio judío son quienes han tratado de mantener vivo el litigio.