Comapa solicita concurso de acreedores

La empresa del jamón podrido cesa a todos los miembros del consejo de administración

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Comapa, la empresa investigada por el escándalo del jamón podrido y participada por Vall Companys, se ha visto en la obligación de solicitar concurso de acreedores. Además ha acordado hacer efectiva la dimisión presentada por todos los miembros que integraban el consejo de administración desde el pasado 11 de abril de 2019.

Según ha trasladado la empresa en un comunicado, la junta de socios de COMAPA 2001, S.L.U. acordó el día 11 de abril relevar de los órganos de administración y dirección a los hermanos David y Jaime Álvarez, debido a una negligente gestión al frente de la empresa. Esta gestión se caracterizaba por emplear prácticas comerciales e industriales agresivas, no sostenibles y que han puesto en riesgo la viabilidad empresarial de la compañía.

La nueva dirección de Comapa acordó comunicar al juzgado el preconcurso de acreedores el pasado 20 de mayo. El objetivo, explican, fue «ordenar la situación de la compañía después de la gestión de la anterior dirección». No obstante, durante este período no ha sido posible alcanzar una solución que permita la viabilidad del negocio, motivo por el cual se ha presentado el concurso de acreedores.  

Desde la nueva dirección se escudan en que se ha trabajado fundamentalmente en tres líneas de actuación para frenar el escándalo del jamón podrido: analizar la situación económica y comercial de la compañía, garantizar las relaciones con las entidades financieras y de gestión de riesgo comercial, y minimizar el impacto del preconcurso en clientes y proveedores. 

La compañía, con una deuda que asciende a 200 millones de euros, finaliza su comunicado asegurando que desde ahora «un equipo legal administrará la compañía a lo largo de la fase del concurso de acreedores para facilitar las relaciones con clientes y proveedores».

Vall Companys, segundo accionista de Comapa

El escándalo de Comapa también ha salpicado a la empresa Vall Companys. Pese a que la mayoría accionarial está controlada por Osona Intensiva, de la que el industrial cárnico catalán Blai Parés tiene cerca del 40%, Vall Companys  es el segundo accionista con cerca del 30%. 

Vall Companys buscó la forma de salir de Comapa tras conocerse la investigación de la Guardia Civil en 2018, pero no pudo porque la banca no estaba por la labor. Así que su objetivo no fue únicamente quedarse en la compañía, sino prestar 141 millones de euros a final de ese año para oxigenarla.

Comapa, en el centro del escándalo del jamón podrido

Comapa, la distribuidora líder de ibéricos en España  — es proveedor principal de Carrefour y de otras grandes superficies —  y cuya facturación se había disparado durante los últimos años, es la empresa situada en el centro de la trama de los jamones podridos, un escándalo destapado por Economía Digital que desveló, entre otras cosas, la venta de productos cárnicos en mal estado como si fuesen aptos para el consumo y la investigación de los tribunales por un delito contra la salud pública. 

El goteo de noticias sobre la investigación de este caso ha estado acompañado de denuncias. La última la interpuesto la asociación Facua-Consumidores en Acción, que solicitó a la Dirección General de Consumo de la Comunidad de Madrid iniciar un expediente sancionador contra la compañía cárnica por su marca de jamón Trevedul.

Esta enseña estaba fabricada con materia prima importada de Polonia sin indicación a los consumidores y cuyo nombre invita a la confusión con la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de Trevélez.

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