Colombia arriesga 1.000 empleos tras expropiar a Gas Natural
Los sindicatos alertan de que la liquidación de Electricaribe ignora el respeto por los puestos de trabajo
La expropiación de Electricaribe a Gas Natural Fenosa no ha mejorado el servicio eléctrico en la zona Caribe de Colombia: los cortes y las quejas han seguido con la compañía bajo el control del gobierno de Juan Manuel Santos. Tampoco ha mejorado la situación de sus proveedores, a los que el ejecutivo colombiano dejó de pagar. Pero los proveedores no son los únicos perjudicados con la nacionalización de Electricaribe. Su plantilla puede salir muy malparada.
Más de 1.000 empleados de la compañía propiedad de Gas Natural, expropiada hace tres semanas por el gobierno de Santos, pueden perder su trabajo con la liquidación y venta de la empresa o sus activos. Así lo ha denunciado el sindicato de trabajadores del sector energético Sintraelecol, como recoge la prensa colombiana.
El presidente de dicho sindicato ha alertado de que los 1.500 trabajadores de Electricaribe pueden perder su trabajo si no se garantiza que, en el proceso de liquidación, se va a conservar el empleo. Hasta ahora, según el mismo sindicato, no se ha tenido en cuenta a la plantilla, y pide que se haga por escrito.
Las prioridades de Santos: el plan de liquidación de Electricaribe ignora a sus trabajadores
Colombia intervino Electricaribe a mediados de noviembre de 2016, después de no llegar a un acuerdo con Gas Natural para resolver el conflicto entre ambas partes por las inversiones y el fraude y la morosidad que sufre la empresa. Tras cuatro meses gestionándola, el gobierno de Santos decidió expropiarla definitivamente, ante lo que Gas Natural acudió al arbitraje de la ONU.
En el plan de liquidación de la eléctrica, que plantea su venta o su troceo para repartirla entre pequeñas operadoras locales, no se hace referencia a la conservación de los puestos de trabajo en el proceso que ahora arranca. Lo que sí contempla es que Electricaribe tenga unas pérdidas cercanas a 100 millones de euros este año.
Injerencias políticas en la venta
El futuro de sus trabajadores no es la única suspicacia que está levantando el proceso de liquidación de Electricaribe. Hay algunas empresas que ya han mostrado su interés por comprarla, como Promigas, pero la sombra de los intereses políticos sobrevuela el proceso de venta.
El controlador general de la República de Colombia, Edgardo Maya, advirtió hace unos días de que ha detectado indicios de intereses políticos en la adjudicación de Electricaribe y de los servicios de luz de la zona. Ante estos indicios de politización, aseguró que estará “muy atento” al proceso. “Tiene que estar muy bien tramitado, licitado y entregado para que bajo ningún concepto el servicio pueda ser entregado a políticos de la zona”, aseguró.
Poltización: se sospecha de que algunos políticos quieren influir en la venta de la eléctrica
El senado mexicano está debatiendo estos días la nacionalización de Electricaribe. Los senadores de la zona de Caribe defienden la decisión por una supuesta falta de inversiones de Gas Natural en Electricaribe, un déficit que cifran en unos 1.500 millones de euros. La energética que preside Isidro Fainé siempre ha negado que este fuera el problema de la empresa y culpó al fraude y la mora del agujero de Electricaribe, de unos 1.300 millones de euros.
Por otro lado, la fiscalía colombiana está investigando si la empresa destinó a inversiones todos los fondos públicos recibidos para ello. La investigación se inició cuando Gas Natural anunció que acudiría al Uncitral, el organismo de arbitraje internacional, y reclamaría 1.000 millones de dólares por la expropiación de Electricaribe.