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Codorníu eleva ventas hasta los 232 millones y sigue «abierto» a comprar
La compañía catalana de cavas y vinos, controlada en un 68% por la firma estadounidense Carlyle, descarta repartir dividendo entre los accionistas
El Grupo Raventós Codorníu suma y sigue. La compañía ha cerrado el ejercicio fiscal, comprendido entre julio de 2023 y junio de 2024, batiendo récord de ventas y de Ebitda. Mientras que la facturación se ha situado en los 232 millones de euros, lo que supone un incremento del 4% respecto sus últimos resultados, el beneficio operativo se ha incrementado un 15% hasta alcanzar los 39 millones de euros.
Así lo ha dado a conocer el CEO de Raventós Codorníu, Sergio Fuster, en el transcurso de un desayuno informativo. La compañía, controlada al 68% por la firma de inversión estadounidense Carlyle, ha visto crecer todas las unidades de negocio en beneficios a lo largo del último año fiscal.
Poniendo el foco sobre el mercado español, se aprecia un incremento del 2,7% en ventas y un 4,6% en Ebit, pero también una evolución positiva tanto en el canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías), como en las tiendas y supermercados. A la vez, se pone de manifiesto un crecimiento del 6% en las ventas en el área internacional, así como un aumento del Ebit del 31%.
Destaca, asimismo, el crecimiento que ha experimentado la compañía catalana en el canal online, donde las ventas se han elevado un 7,7% y el Ebit ha ascendido un 58%. Fuster ha hecho especial hincapié en la unidad de enoturismo, que ha batido récord en las cifras registradas en España, Cataluña y la comarca de l’Alt Penedès.
«Cerca de 45.000 personas han visitado la bodega de Codorníu», ha subrayado para después apuntar un incremento de cerca del 14% en las ventas y del 77,7% en el Ebit.
La compañía catalana de cavas y vinos prevé aumentar entre un 3% y un 5% las ventas en el próximo ejercicio y superar los 240 millones de facturación, así como alcanzar los 50 millones de euros de Ebitda, uno de sus objetivos estratégicos. «Ese sueño ya se empieza a alcanzar, seguramente de aquí a un año ya estaremos más cerca», ha confiado.
Potenciar el mercado internacional
Mientras que el mercado nacional representa el 63% de su negocio, el internacional representa el 37%, ha destacado Fuster, que también ha desgranado que las ventas se reparten entre cava al 55% y vinos tranquilos al 45%. Tras incidir en que el grupo cubre el 12,3% de la cuota mundial de cava en volumen, ha destacado el repunte en las ventas en países como México, con un 244%; Brasil, con un 74%; Suiza, con un 40%, o Reino Unido, con un 2%.
Con todo, ha reconocido que «no están creciendo tanto» en las categorías de consumo de algunos mercados internacionales. En este punto, se ha referido a Rusia y China, dos mercados con una extensa población, que han tenido un «comportamiento errático» en los últimos años. En Rusia, ha relatado, han estado condicionados por la situación geopolítica y los aranceles a los productos europeos.
En el caso de China, ha explicado que, tras marcar un boom después de la pandemia, el consumo de este tipo de producto desapareció completamente, de manera que el mercado del vino en el país asiático ha venido registrando caídas en los últimos cinco años del entorno del 80%, por lo que tomaron la decisión de desinvertir en el país.
Guerra al ‘prosecco’ y al champán
El CEO de Raventós Codorníu ha explicado que el cava está ganando cuota de mercado tanto al champagne como al prosecco a nivel internacional. A pesar de que las ventas de prosecco se dispararon en un primer momento, «ahora se ha estabilizado y ya no crece más», ha incidido. «Donde se hizo grande ya no crece, está un poco estancado», ha celebrado.
En cuanto al champán se está desplomando por el impacto de la inflación. «El champán tiene un precio muy alto, con la inflación ya sale de lo que los consumidores están dispuestos a pagar», ha apuntado antes de añadir que además las cosechas para elaborar está bebida han sido muy cortas.
Abiertos a «oportunidades» de compra
Preguntado por la posibilidad de realizar compras, ha recalcado que «siempre» han estado abiertos, por lo que han explorado oportunidades de adquisición. «Esto no ha cambiado, estamos más a favor de comprar que de vender», ha enfatizado para acabar zanjando: «Esa postura se mantiene hasta este momento, sigue siendo válida, seguimos observando oportunidades que nos llegan y analizándolas».
En relación con una posible desinversión por parte de Carlyle, ha recordado que el accionariado lleva desde octubre de 2018. «No existe ningún plan de venta», ha destacado antes de proseguir: «Sigue habiendo mucha creación de valor, no tiene sentido una salida inmediata, para nuestros accionistas mayoritarios, a corto plazo no existe ninguna visión de cambio de accionariado».
Por otro lado, ha descartado la distribución de dividendos entre los accionistas tras los resultados cosechados. «No está en la política de la casa repartir dividendos, se repartieron de forma excepcional hace tres años, pero por lo general se reinvierte en el negocio y ese es el criterio alineado con todos los accionistas», ha subrayado.