Codorníu sale de números rojos con el mejor resultado en una década

El Grupo Raventós Codorníu, compuesto por 14 bodegas, ha recuperado las cifras positivas en su ejercicio fiscal, que finalizó el 30 de junio de 2023. La facturación ha experimentado un crecimiento del 4%, alcanzando un total de 227 millones de euros en ventas, mientras que el EBITDA ha aumentado un 16%, situándose en torno a los 33,6 millones de euros. Estos resultados han permitido que el grupo vuelva a obtener beneficios, aunque la cifra exacta se anunciará durante la próxima junta de accionistas.

El consejero delegado del grupo, Sergio Fuster, describió el ejercicio pasado como «el mejor de la década». En comparación con el período precovid, estos niveles representan un aumento del 20% en facturación y un 30% en el EBITDA.

Fuster atribuye este éxito al enfoque en la calidad y el valor de todas las marcas del grupo, que se posicionan en la gama media y media/alta, así como a la apuesta por productos ecológicos. Subraya que «el espumoso está en auge a nivel mundial, y en los últimos dos años, el cava ha ganado cuota de mercado frente al prosecco y el champán, gracias a un enfoque en la calidad que ha permitido aumentar los precios, especialmente en el mercado de exportación».

El consejero delegado también se muestra optimista con respecto a la campaña navideña, ya que los precios están al alza y el sector de la hostelería se encuentra en un buen momento. La hostelería representa ahora el 52% de los ingresos totales de Codorníu. Un ejemplo de su éxito es la colección más exclusiva de la marca, Codorníu Ars Collecta, que ha experimentado un impresionante crecimiento del 77,4% en el último año en el sector de la restauración.

Raventós Codorníu ya ostenta el 13% de la cuota global de cava en volumen, lo que supone un aumento de un punto en comparación con el año anterior, gracias a la venta de aproximadamente 30 millones de botellas en el último ejercicio, un aumento del 3% con respecto al año anterior. Las exportaciones están en constante crecimiento, aunque España sigue siendo el mercado principal del grupo y el que más crece.

El mercado nacional representa el 61,7% de los ingresos del grupo, mientras que el mercado internacional representa el 38,3% restante. Las ventas se dividen en un 54,6% de cava, que incluye marcas como Codorníu, Parxet y Bach, y un 45,4% de vinos tranquilos, que incluye nombres como Scala Dei, Abadía de Poblet, Legaris y Bodegas Bilbaínas. La venta online también sigue creciendo, con un aumento del 15% en el último año, generando alrededor de 4 millones de euros en ventas en España.

Más bodegas

Fuster asegura que la estabilidad accionarial del grupo está garantizada por varios años, bajo la dirección de Carlyle, que posee el 65% de las acciones, y con el apoyo de la familia fundadora de Codorníu. Además, ha descartado la distribución de dividendos tras volver a obtener beneficios, ya que la prioridad es reinvertir en el negocio.

El grupo Codorníu ha estado explorando posibles adquisiciones de bodegas como parte de su estrategia de crecimiento, aunque por el momento no se ha confirmado ninguna operación. Fuster indica que aunque el mercado de deuda es más costoso que hace dos años, están dispuestos a aprovechar la oportunidad correcta cuando surja.

Actualmente Codorníu tiene 3.000 hectáreas en propiedad, repartidas entre España, Argentina y California. «A pesar de los dos dificultosos años afectados por la pandemia, siguieron comprando y pagando al precio que habíamos estipulado», ha insistido. 

El enólogo de Raventós Codorníu, Bruno Colomer, destacó que el cambio climático ha mejorado las vendimias, aunque son más escasas. A pesar de esto, la firma comercializa 11 millones de botellas de cava orgánico, lo que representa el 35% del mercado mundial.

Más cava ecológico

Un paso destacado en su compromiso con la sostenibilidad es la decisión de Codorníu de adelantar un año sus planes para convertir su marca en 100% ecológica. A partir de octubre, todos los cavas producidos por la empresa serán ecológicos. Esta transición conlleva un aumento de costos del 20% en comparación con el uso de uvas no ecológicas y la necesidad de expandir la superficie de cultivo para obtener la misma cantidad de uva, dado que el rendimiento de las fincas es menor. Sin embargo, Fuster subraya que los aumentos de precios no serán lineales ni influirán directamente en la inflación.

Además de Codorníu, el grupo ya ha convertido marcas de cava como Parxet o Raimat en 100% ecológicas, y otras marcas con viñedos ecológicos y en transición incluyen Scala Dei, Abadia de Poblet, Legaris o Bodegas Bilbaínas.