La CNMC vigila los pagos por suministro de Holaluz a Red Eléctrica mientras trata de evitar el concurso

El mensaje de Holaluz cuando hizo públicas sus cuentas fue claro: «Dada la situación actual de la Sociedad, existen algunas circunstancias que podrían generar dudas sobre la capacidad de la misma para continuar como empresa en funcionamiento». Eso ha puesto el foco en la posibilidad de desempeñar con normalidad su actividad empresarial, y el regulador español lo sabe.

La compañía dirigida por Carlota Pi detalló en las cuentas anuales consolidadas que tienen un fondo de maniobra negativo de 44,3 M€. Un elemento clave que refleja la capacidad de la compañía para ejecutar pagos corrientes. La eléctrica ha señalado que está a la espera de nueva refinanciación de su deuda para no solicitar un preconsurso de acreedores.

Según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) puede requerir información a las empresas comercializadoras, así como realizar las inspecciones necesarias para llevar a cabo la supervisión que le corresponde.  

El regulador, incluso, puede iniciar procedimientos sancionadores en caso de observar presuntos incumplimientos en las materias que son competencia de la CNMC, de acuerdo con lo previsto en la Ley del Sector Eléctrico y la Ley de Hidrocarburos. 

Las comercializadoras de energía eléctrica deben cumplir en todo momento los requisitos de capacidad legal, técnica y económica para el ejercicio de su actividad. 

Uno de los costes más importantes tiene que ver con los pagos para  acreditar la capacidad económica. Comercializadoras como Holaluz deben tener constituidas las correspondientes garantías ante el operador del mercado (Omie) y el operador del sistema (Red Eléctrica). 

Qué pasa si Holaluz no paga 

En caso de que Holaluz incumpla alguno de los requisitos —que también incluye el pago de peajes de acceso a la red y los cargos—, el órgano competente del Ministerio para la Transición Ecológica puede iniciar el procedimiento para inhabilitar la empresa para el ejercicio de la actividad de comercialización.  

Durante el trámite, según explican a este medio fuentes conocedoras del proceso, se da audiencia a la comercializadora, mientras que la CNMC y los operadores del mercado y del sistema emiten informe.  

Al procedimiento de inhabilitación se suele acumular el procedimiento de traspaso de los consumidores a las comercializadoras de último recurso (Endesa, Iberdrola, Naturgy o TotaEnergies), para que, en caso de que los consumidores no hubieran elegido nuevo suministrador en la fecha efectiva de cese de la comercializadora inhabilitada, no se queden sin suministro. 

Los clientes de Holaluz, tranquilos  

Desde el inicio del procedimiento, se bloquea el proceso de cambio de comercializador para que la comercializadora no pueda traspasar sus clientes, así como el proceso de nuevas contrataciones prohibiendo a las distribuidoras que tramiten nuevas altas para la comercializadora en cuestión.

Los clientes y usuarios de Holaluz, sea cual sea el desenlace, no tendrán que preocuparse por nada. Ningún consumidor se quedará sin electricidad en su hogar. 

Si finalmente se produce algún tipo de inhabilitación, se comunxa al cliente que se le ha realizado un cambio de comercializadora a su comercializadora de último recurso. Este es un proceso transparente para el usuario, según explican fuentes del sector a este medio.