Cementos Molins invierte 6,6 millones de euros en renovar sus oficinas de Sant Vicenç del Horts
La cementera estrenó el año pasado una planta de reutilización de materiales para impulsar la economía circular
Cementos Molins invierte 6,6 millones de euros en la renovación de sus instalaciones centrales ubicadas en Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). La cementera catalana ha inaugurado este jueves sus nuevas oficinas, después de dos años de obras para conseguir las máximas calificaciones ambientales e impulsar el autoconsumo.
Tras las remodelaciones, que se han alargado más de la cuenta por el impacto en el abastecimiento de materiales de la guerra de Ucrania, la compañía reducirá en un 68,75% el consumo energético de los edificios, con una bajada de las emisiones de 650 toneladas al año de CO2. Las oficinas se han vuelto más diáfanas, sin espacios delimitados ni despachos, para mejorar la comunicación entre los más de 650 empleados del complejo.
Las obras incluyeron la instalación de 3.250 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos, con lo que los edificios de administración se han convertido en totalmente autosuficientes. Según ha explicado el CEO de la compañía, Julio Rodríguez, las placas también abastecerán de electricidad las fábricas durante los fines de semana, cuando las oficinas están cerradas. En Sant Vicenç, la compañía fundada por la familia Molins produce cemento de aluminio de calcio, de Portland, además de clinker, una base para fabricar cemento que también exporta a otras cementeras.
A nivel industrial, Cementos Molins también inauguró el año pasado una planta de recuperación, tratamiento y retaliación de materias primas, con el objetivo de reducir los recursos naturales utilizados para la fabricación de cemento. La compañía utiliza un 5% de materiales reciclado para sus elaboraciones, procedentes, por ejemplo, de demoliciones de edificios.
Este tipo de inversiones se enmarcan dentro de los objetivos de la compañía para reducir en un 20% las emisiones de dióxido de Carbono en 2030, y alcanzar las emisiones cero antes de 2050. Los hornos de Sant Vicençs dels Horts ya funciona en un 55% con combustibles alternativos al petróleo, basados en la quema de madera, neumáticos, residuos procedentes de las depuradoras de agua u otro tipo de mix de restos.
Cementos pide colaboración publico-privada
Sin embargo, Cementos Molins y el resto de España va con cierto retraso en la transición hacia el uso de combustibles más sostenible en la industria. Según ha remarcado el consejero delegado de la catalana, en países como Alemania o Austria el sector ya trabaja en un 69% y en un 81% con combustible alternativo respectivamente, mientras que Cataluña está en una media del 45%.
Sobre esto, Rodríguez ha aprovechado la presencia del conseller de Empresa, Roger Torrent, durante la inauguración de las instalaciones para pedir “reforzar la colaboración entre las empresas y las administraciones públicas”. “El objetivo es extraordinariamente difícil”, ha indicado, a la vez que ha añadido que tenemos “la oportunidad de recuperar este pequeño retraso si trabajamos conjuntamente, las empresas con los aspectos tecnológicos y las administraciones con el impulso político y la regulación necesaria”.
Cementos Molins cerró el primer semestre de este 2023 con un beneficio de 80 millones de euros, una mejora del 40% respecto a las ganancias del mismo periodo de 2022, por lo que todo apunta a que tendrá un buen cierre de año. De cara a 2024, Rodríguez asegura que será “un año complicado” por el contexto macroeconómico, aunque la compañía aspira a salvar los escollos y seguir creciendo.
«Continuaremos invirtiendo, tenemos voluntad de crecer. Cada año, solo en mantener las plantas existentes en el máximo nivel, invertimos cerca de 40 millones de euros, a lo que se suman los planes de descarbonización», ha añadido el consejero delegado.