Celsa nombra consejero delegado a Jordi Cazorla
El nuevo primer ejecutivo de la empresa trabajará de forma coordinada con el presidente no ejecutivo del consejo de administración, Rafael Villaseca
Celsa ha designado a Jordi Cazorla como nuevo consejero delegado de la compañía. De esta manera, ha materializado la decisión anunciada el pasado 24 de noviembre, cuando ya dio a conocer su intención de que el exdirectivo de la multinacional británica DS Smith ocupara este cargo.
Según ha detallado la empresa a través de un comunicado, la incorporación de Cazorla forma parte del plan de reestructuración aprobado judicialmente para la compañía. También ha enfatizado que el nuevo primer ejecutivo trabajará de forma coordinada con el presidente no ejecutivo del consejo de administración, Rafael Villaseca.
Cazorla sustituirá a Sergio Vélez
Cazorla, quien hasta la fecha desempeñaba las funciones de director general para el sur de Europa en DS Smith, se formó como ingeniero industrial en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y cuenta con un MBA por la Universitat de Barcelona (UB).
El nuevo consejero delegado ha aseverado que encara esta nueva etapa «muy ilusionado», a la vez que se ha mostrado convencido que la situación financiera de la compañía le permitirá tomar las medidas operativas necesarias para situarla entre las más importantes del sector.
De esta manera, sustituirá a Sergio Vélez, el máximo responsable de FTI Consulting España que ha ocupado a lo largo de los últimos meses el cargo de forma interina. La consultora contratada por los fondos para encargarse de la transición de Celsa, cuya presencia se espera que se prolongue hasta la primavera, cuenta con un equipo conformado por unas 30 personas.
Cazorla se unirá al consejo de administración, que preside Villaseca y que, por el momento, continúa con el equipo directivo previo a la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) el pasado mes de septiembre.
En ella, se acordaba la homologación del plan de reestructuración propuesto por los acreedores de la sociedad, quienes se convirtieron en los accionistas de la empresa en sustitución de los hasta entonces propietarios.