Celsa advierte que la siderurgia europea está en peligro por la inundación del acero chino

El sector siderúrgico europeo está en peligro. El motivo no es otro que la inundación del acero chino que se cierne sobre el territorio comunitario, según ha advertido el presidente de Celsa, Rafael Villaseca, quien también ha señalado que está provocando el desplazamiento de la producción del material que se fabrica en la Unión Europea (UE) bajo los parámetros de sostenibilidad.

«La industria europea enfrenta una grave amenaza», ha recalcado en el marco de la visita del vicepresidente de la Comisión Europea, Stéphane Séjourné a la planta de la compañía en la localidad barcelonesa de Castellbisbal, a la que también ha asistido el ministro de Industria y Turismo Jordi Hereu y el conseller d’Empresa i Treball de la Generalitat de Catalunya, Miquel Sàmper.

Amenaza para la producción sostenible

Tras referirse a los distintos desafíos que enfrenta la industria siderúrgica europea, Villaseca ha hecho especial hincapié en la amenaza que representa para el sector la caída de la demanda de acero en China. «En lugar de reducir la producción, realizada en gran parte en instalaciones altamente contaminantes, ha provocado un desplazamiento hacia otros mercados como el europeo», ha señalado.

En este contexto, ha alertado que en el territorio comunitario se está importando acero fabricado en condiciones que «nada tienen que ver con los estándares europeos», lo que no solo genera un impacto negativo sobre la producción sostenible que realizan compañías como Celsa, sino que también pone en riesgo su producción.

Las acereras, en medio de la guerra arancelaria

El presidente de Celsa también se ha referido a las consecuencias de la política arancelaria que está impulsando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. «Es necesaria una acción política firme y decidida antes de que sea demasiado tarde», ha hecho hincapié y ha vaticinado que los países que no actúen con «fortaleza» ante la guerra arancelaria que se está desatando notarán una mayor «presión».

No se debe perder de vista que el país norteamericano está aplicando un gravamen del 25% al acero y el aluminio que importa de otros países. La medida aplicada por la administración encabezada por el empresario estadounidense incluye productos derivados del aluminio lo que amplía el ámbito de impacto y afecta en mayor medida a las industrias europeas cuyas piezas de aluminio gravadas proceden del país.

A pesar de que la iniciativa provocó la puesta en marcha de contramedidas por valor de 26.000 millones de euros por parte de la Comisión Europea (CE), son varias las voces del sector que han reclamado medidas más proteccionistas por parte de Bruselas. Una de ellas es la de Acerinox que, en la misma línea que Celsa, ha remarcado la importancia de proteger a la industria del acero en la UE.

La Asociación Europea del Acero (Eurofer), que acoge a las principales empresas siderúrgicas europeas, también ha alzado la voz para alertar que los aranceles representan una amenaza para el futuro del sector y pueden ser «el último clavo en el ataúd», por lo que han reclamado a Bruselas una revisión efectiva de las medidas de salvaguardia del acero.

Un sector siderúrgico «competitivo»

En un escenario marcado por «grandes desafíos», Villaseca ha subrayado la relevancia de que el sector del acero en Europa sea competitivo. «Estamos alineados con la industria en materia de sostenibilidad y de circularidad, somos el primer reciclador de España y el segundo dentro de la Unión Europea», ha recordado.

En relación con la publicación del ‘Steel and metals action plan’ por parte de la CE, que tendrá lugar el próximo 19 de marzo, se ha mostrado confiado que será un «paso decisivo». El objetivo del programa será fijar los ejes de actuación para lograr un sector siderúrgico sostenible, resiliente y que ofrezca puestos de trabajo de calidad.

«La transición hacia el acero verde en Europa debe venir de la mano de una política sólida, con medidas que protejan a la industria frente a las importaciones de los países que no tienen nuestros mismos estándares, es clave para nuestra autonomía estratégica y la sostenibilidad del sector».

El sector del acero, «fundamental»

Hereu, ha destacado que el sector del acero es «fundamental» para un grueso considerable de las cadenas de valor y ha dejado bien claro durante su intervención que para reforzar el proyecto político, social y democrático europeo es necesario «reforzar la base industrial europea», especialmente en un contexto en el que se trata de avanzar hacia la descarbonización y la digitalización.

En relación con los aranceles, ha enfatizado que no quieren guerras comerciales entre bloques, sobre las que ha vaticinado que todos saldrán perdiendo, por lo que ha incidido en la importancia de no alimentar una dinámica que no lleva a ningún sitio. Una idea con la que ha coincidido Séjourné, quien ha hecho un llamamiento a rebajar la tensión y también ha señalado que no hay ganadores en las guerras comerciales.

«La Generalitat de Catalunya, el Gobierno de España y la Unión Europea hablamos el mismo idioma», ha asegurado Sàmper, quien también se ha mostrado convencido que las administraciones siguen todas el «mismo camino» y ha advertido que en la comunidad autónoma van a «electrificar todo lo que se pueda».