Catalunya, lejos de la reindustrialización
Pimec asegura que no hay indicadores que hagan pensar en la recuperación y reclama más apoyo para conseguir la ansiada regeneración industrial
Los signos de recuperación económica que han desatado el optimismo en la clase política del país no han llegado a la industria catalana. Es más, el sector podría no haber tocado fondo. Quien avisa de la precaria situación en que se encuentran las industrias manufactureras es Pimec, la patronal presidida por Josep González.
“No hay indicadores que permitan entrever que se produce una reindustrialización”, señala la organización en un informe que ha hecho público este miércoles. En su título, Pimec ya pone en tela de juicio que el futuro inmediato sea mejor para las empresas productoras: ¿De la desindustrialización a la reindustrialización?. “Parece que seguimos instalados en el proceso contrario, ya que no se detecta ni en el número de compañías ni en el de ocupados, tampoco en la producción”.
Evolución estadística parecida a 2011
La patronal ha monitorizado cinco sectores de producción con una dinámica positiva entre enero de 2006 y el mismo mes de el ejercicio vigente para llegar a esta conclusión. Usa los datos del Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat). Señala que, estadísticamente, la evolución actual es muy parecida a la del último trimestre de 2010 y el primero de 2011.
Incluso en algunos de ellos, como los productos farmacéuticos, el índice de producción industrial está muy por debajo de las cotas alcanzadas en el momento más árido de la crisis económica. Ocurre lo mismo en artes gráficas, una actividad en caída libre. El sector de la alimentación, bebidas y tabaco casi se ha mantenido plano en el período de tiempo analizado, justo lo contrario que maquinaria y equipos de producción. El vaivén en estas empresas ha sido muy importante, aunque en los últimos trimestres se ha contenido.
El último sector analizado es el de electricidad, gas y aire acondicionado. Tras un descenso destacado a finales de 2009 (a remolque del fin de la burbuja), ha existido una evolución positiva muy contenida que le ha llevado a cerrar el primer trimestre del ejercicio vigente con una producción casi 10 puntos por encima del inicio de 2006.
Perspectiva temporal
La patronal dirigida por González asegura que, para hablar de recuperación en la industria, antes se necesita una perspectiva temporal amplia. “La desindustrialización se ha producido durante décadas y una eventual reindustrialización también deberíamos observarla durante la misma unidad de tiempo”.
Lo que más preocupa a la patronal es que empresas que habían trasladado parte de sus procesos productivos en el extranjero y han decidido iniciar de nuevo la producción en Catalunya son meros “ejemplos puntuales”. Y no toman la decisión por las mejoras tecnológicas locales, si no por los ahorros de transporte y los costes laborales más competitivos que se han conseguido desde el inicio de la crisis. “O la necesidad de una producción más personalizada y flexible”, añaden. Requisitos que difícilmente atraerán a grandes corporaciones.
Nuevo paradigma industrial
“Más que un retorno de la industria, lo que se observa es un cambio de paradigma industrial que supone que cada vez se busque más la producción de proximidad realizando series cortas, centradas en la innovación y con un alto contenido tecnológico”, reza el documento.
Esto no genera el empleo masivo que requiere el país.
Apoyo administración
Pimec destaca que se empiezan a dar las condiciones para la regeneración industrial. Pero requieren el empuje definitivo. Éste, pasa por el apoyo de las administraciones públicas. “En el peor de los casos, tendrían que dejar de poner palos a las ruedas en el proceso de adaptación”, señala.
Reclama que se evite la inseguridad jurídica que ha generado las sucesivas reformas del sector de la energía; que se luche para tener unos precios de electricidad más competitivos para la industria; más facilidad para acceder al crédito; dar más apoyo a la investigación; y rebajar los costes de Seguridad Social, entre otros.
Y es que en 12 años, Catalunya ha perdido el 35% de las pymes manufactureras y el 33% de los asalariados del sector. Una tendencia que hay que frenar.