Carlyle, la firma que quiso fichar al rey Juan Carlos, y CVC, el fondo que cambió la economía española, enfrentadas en el caso Gedesco 

CVC y Carlyle, las dos sociedades de capital riesgo extranjeras que más dinero han invertido en España en lo que va de siglo, enfrentadas en el caso Gedesco.

Letrero de Gedesco, en una imagen de archivo.

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¿Qué hacen Carlyle, el grupo de inversión estadounidense que quiso fichar al rey Juan Carlos, y la sociedad de capital riesgo CVC -que ha cambiado la fisionomía de la economía española este siglo con operaciones revolucionarias en sectores clave- en un caso tan chungo como el de Gedesco?

La caída de la que fuera la mayor financiera no bancaria de España, Gedesco Finance, sobre la que ha ido publicando puntualmente Economía Digital en los últimos meses, está generando registros en las sedes de las empresas implicadas, denuncias cruzadas en los juzgados, investigaciones penales, reclamaciones millonarias de afectados…

La administración concursal designada por el Juzgado apunta al fundador del grupo, Antonio Aynat, al que acusa de hacer desaparecer 336,6 millones de euros, al menos, «de forma súbita y completa», habiendo dejado a las sociedades «vaciadas de contenido» y a los acreedores «totalmente desprotegidos».

Gedesco llegó a ser la quinta empresa valenciana por nivel de facturación y se valoró su salida a bolsa con un supuesto valor de 1.000 millones de euros.

Pero ahora, sus oficinas cambian de nombre continuamente, sus letreros desaparecen de las marquesinas. El edificio situado en al Avenida de Aragón número dos de la capital valenciana ha dejado de lucir el letrero con la marca Gedesco que lo coronaba, las oficinas se vacían y se trasladan de un sitio a otro.

¿Cómo han llegado dos sociedades del tamaño y la trascendencia de Carlyle y CVC a estar implicadas en el caso Gedesco?

La firma CVC, líder en España en lo que va de siglo en el sector del capital riesgo, aparece en informes elaborados por la administración concursal de Gedesco como acreedor del grupo valenciano.

‘Cuantificación de las operaciones de vaciamiento doloso de la cuenta pignorada en garantía del sindicado CVC’, titula la administración concursal de Gedesco uno de sus informes.

La firma de inversión ha denunciado «alzamiento de bienes en perjuicio de los acreedores»; «realización de actos que retrasen, dificulten o impidan la eficacia de embargos»; «y salida fraudulenta de bienes o derechos del patrimonio del deudor».

La administración concursal de Gedesco advierte que ha analizado lo expuesto por CVC y que, «efectivamente», ha podido constatar «el vaciamiento» del saldo de una cuenta de CaixaBank, de donde se han extraído «un total de 38,87 millones de euros».

Los profesionales designados por el Juez en el concurso de una de las filiales de Gedesco, Pagaralia, concluyen que la conducta mostrada «habría sido generadora o agravante de la insolvencia de Pagaralia en una cuantía equivalente a 58,9 millones de euros».

La sociedad de capital riesgo dirigida en España desde finales del pasado siglo por Javier de Jaime, figura ahora como acreedor relevante de Gedesco.

Parece mentira que una sociedad que ha revolucionado el panorama empresarial español en los últimos 25 años cayera en las redes de Gedesco.

CVC Capital, que administra activos valorados en cerca de 200.000 millones de euros, que este año ha salido a Bolsa en Ámsterdam, ha llevado a cabo operaciones en España como la compra del 20% de Naturgy, acuerdos de inversión en LaLiga, la compra de Deoleo, o la creación y venta del mayor grupo sanitario privado español al gigante alemán Fresenius, alterando la actividad de sectores claves para la economía española como la energía, el fútbol, el aceite o la sanidad.

La implicación de la sociedad de capital riesgo estadounidense Carlyle en el caso Gedesco responde a la propiedad que la filial de Carlyle, Alphinvest, ostenta sobre Toro Finance, vinculada al grupo valenciano fundado por Aynat.

Carlyle habría tratado de desprenderse de Toro Finance ante el lío montado, a finales del pasado año. Pero, como ha publicado este diario, el mes pasado la Policía Judicial procedió a la entrada y registro de la sede la sociedad en Valencia, incautándose de pagarés, facturas y documentación relativa a la operativa de Gedesco.

Parece mentira que una sociedad como Carlyle, cuyo poder geopolítico trasciende a su poder económico, que ha llevado a cabo inversiones millonarias en reconocidas empresas españolas como Codorniú, Cupa, Chorizos Palacios, la quebrada Orizonia, o, recientemente, la consultora catalana Seidor, se vea involucrada en un caso como el de Gedesco.

A principios de este siglo, cuando Carlyle contaba entre sus asesores a expresidentes de potencias mundiales -entre otros, el expresidente de EE UU George Bush; el ex primer ministro británico John Major; o el ex presidente de Filipinas Fidel Ramos– sus fundadores, David Rubenstein, William Conway y Daniel D’Aniello, consultados sobre si ficharían a algún asesor español, preguntaron si el rey Juan Carlos estaba «libre».

También a principios de siglo Carlyle contaba entre sus asesores con el magnate ruso Mijail Jodorkovsky, primer accionista entonces de la petrolera Yukos, la mayor fortuna del país esos años.

Como otros empresarios de la Rusia de Putin, Jodorkovsky fue investigado, despojado de sus propiedades y condenado a prisión. Entonces, Carlyle, sin hacer ruido, borró a Jodorkovsky de sus ficheros, de sus consejos. ¿Cuándo hará desaparecer Carlyle de sus informes la relación que ha mantenido con Aymat y Gedesco?

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