Carlota Pi vende a Holaluz en el Congreso como el "Netflix de la energía" mientras lucha por salvar la quiebra

Holaluz sigue pendiente de zanjar la refinanciación de la deuda que solucione sus problemas financieros. A la espera de una nueva fecha para la junta de accionistas decisiva, la fundadora y consejera delegada de la energética, Carlota Pi, ha participado en una jornada sobre autoconsumo solar en el Congreso de los diputados, donde ha destacado su «Netflix de la energía» como ejemplo para impulsar el sector.

La comercializadora energética aplazó a finales de enero la junta extraordinaria de accionistas en la que el consejo debía aprobar la ampliación de capital para dar entrada a Icosium Investment, tal y como informó Economía Digital.

Una operación que va ligada a la inyección de 22 millones que el fondo aportará y que son requisito clave en la negociación con la banca para refinanciar los 56 millones de deuda que hacen tambalear la sostenibilidad de la empresa. Actualmente la compañía no ha propuesto una nueva fecha.

Mientras Holaluz maneja con incertidumbre su situación financiera y lidia con una huelga indefinida de la plantilla por la eliminación del teletrabajo y la fuga de empleados en lo que denuncian como un ERE encubierto, Carlota Pi pone de ejemplo su modelo de negocio en el Congreso.

La empresaria catalana ha participado este lunes en una jornada para impulsar el diálogo sobre cómo hacer que el autoconsumo beneficie al mayor número de familias posible, junto a otras figuras del sector y el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard.

Carlota Pi ha rememorado los inicios de la empresa, en los que junto a sus socios Ferrán y Oriol buscaba «conectar personas a la energía verde», así como su apuesta por tecnologías renovables en un momento de menor madurez para el sector que el actual.

Carlota Pi pone de ejemplo el «Netflix de la energía» de Holaluz

«Quizá nos conoceréis porque la gente intenta encasillarnos en la comercialización de energía, pero somos una plataforma tecnológica, desarrollamos tecnología y software para la transición energética», ha destacado.

Tras repasar algunos de los hitos alcanzados por la empresa, la CEO de Holaluz ha puesto de ejemplo para el desarrollo del sector uno de los servicios que desarrollan.

«En 2020 dimos un paso adelante y pasamos de la ‘guerrilla solar’ a la generación distribuida. Básicamente, consiste en no utilizar un tejado solo para abastecer a la familia que vive debajo, sino maximizar su potencial en metros cuadrados y en horas de sol equivalentes para poder abastecer a la comunidad», ha expuesto.

De este modo ha señalado la ventaja de Holaluz para, mediante baterías domésticas que aportan flexibilidad, «pasar de un sistema 100% centralizado basado en costes variables a un sistema de capex, de inversión, de tecnología, de capacidad de producir a coste variable cero, que simplemente se repaga como una suscripción como si fuera el Netflix de la energía».

La empresaria ha criticado que el coste de la logística que «impone» el sistema eléctrico con los peajes de transporte y distribución «altísimos» para un cliente de baja tensión «no tiene ningún sentido», destacando así la ventaja de «producir, gestionar y almacenar» la energía de manera local frente a importarla desde «muchísimos kilómetros».

«Con esta visión de autoconsumo colectivo y de comunidades energéticas, hay que dar espacio para que las compañías como Holaluz podamos desarrollar esta tecnología que nos permita ofrecer energía verde, barata y fácil a los clientes finales a través de este contrato», ha expuesto.

Carlota Pi ha añadido que se trata de una manera de «pertenecer al ecosistema vía suscripción» y que los mecanismos para poner en práctica este sistema sean «escalables, automáticos y se puedan hacer con números suficientemente grandes para que sean transformadores».

Según sus propios cálculos, 10 millones de tejados disponibles actualmente por 5 kilovatios (KW) de potencia media, se traducirían en 50.000 megavatios (MW) de nueva potencia que incrementarían un 50% la capacidad actual, hasta los 106.000 MW, con este modelo de suscripción.

Caída del sector y situación de Holaluz

El discurso de Holaluz se enmarca en un contexto de caída del sector del autoconsumo solar y el debate sobre las soluciones para revertir la tendencia a la baja que arrastra los últimos dos años.

Según los últimos datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), en 2024 se instalaron 1.182 MW de autoconsumo fotovoltaico en España hasta alcanzar los 8.137 MW, lo que supone una caída del 31% con respecto al año anterior.

Para poner en contexto, la última actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) del Gobierno pone como objetivo que la potencia instalada de energía fotovoltaica de autoconsumo llegará a los 19 gigavatios (GW) en 2030.

En este contexto, Holaluz ha sido una de las compañías que han sufrido la tendencia del sector en España tras unos años de crecimiento al calor del boom renovable y las subvenciones a la energía solar.

Las últimas cifras de la compañía, hasta el primer semestre del 2024, reflejan una caída de los ingresos de la energética del 39%, lastrados por la situación del sector así como por los bajos precios en el mercado eléctrico.

Si bien logró recortar pérdidas, aún presenta un resultado negativo de 13,5 millones, mientras sigue en proceso de refinanciación de su deuda. Después de prorrogar las negociaciones con los bancos hasta diciembre, Holaluz logró un nuevo plazo hasta febrero para salvar la quiebra.

La junta extraordinaria del 4 de febrero daría entrada a Icosium y la promesa de sus 22 millones, requisito fundamental en la negociación. La compañía aplazó sine die la celebración de la junta sin un motivo claro, si bien fuentes de la compañía aseguraron a este medio que se debió a «cuestiones operativas internas».