Una silla en La Caixa, mando en Fira y un gasto de 24M: el pastel por el que se pelean en la Cambra de Barcelona
Eines de País y Va d’Empresa se juegan puestos de influencia en más de 80 entidades económicas catalanas en las elecciones camerales
Una silla en la Fundació La Caixa, puestos de mando en entidades como la Fira de Barcelona o El Port y un presupuesto millonario a gestionar. Las elecciones en la Cambra de Barcelona no solamente implican decidir quién representará al empresariado barcelonés en el pleno y quién velará por sus intereses desde el comité ejecutivo, sino que también abre la puerta a los consejos de administración y órganos de gobierno de más de 80 entidades económicas catalanas y a hacerse con el control del gasto de la entidad.
Según la ley, la Cambra de Comerç es una corporación pública representativa de los intereses generales y la defensa y promoción del comercio, la industria, los servicios y la navegación. Para cumplir con esta función, tiene las puertas abiertas a una larga lista de instituciones económicas, más allá de los propios órganos camerales, cuyos cargos caducaran en el momento en el que finalice el mandato actual y se renovaran cuando se forme un nuevo gobierno. En este sentido, Eines de País y Va d’Empresa, las dos principales candidaturas en las votaciones de esta semana, pelean, también, por ocupar estos puestos.
Sin ir más lejos, la actual presidente de la Cambra y candidata de Eines de País a las elecciones, Mónica Roca, tiene sillas reservadas en 19 cooperaciones en calidad de representante de la organización, solamente por ostentar la presidencia. Roca es la vicepresidenta segunda de la Fira de Barcelona y está presente en la Junta de Accionistas de Fira 2000, la sociedad que gestiona los terrenos del recinto ferial.
Aparte de la propia presidenta, el actual equipo de gobierno de la Cambra tiene dos sillas en el consejo de administración de Fira 2000, ocupadas por el tesorero, Jordi Pomarol, y uno de los vocales, Pau Bestit. En la Fira, la Cambra tiene cuatro cargos más en el consejo general.
Además, como uno de los principales accionistas de Fira 2000, la Cambra puede nombrar al presidente y al consejo de administración de Fira de Barcelona, su principal órgano de gobierno, en consenso con el resto de los socios, entre los que destacan la Generalitat de Cataluña, así como el Ayuntamiento de Barcelona.
La Caixa, El Port y el CZFB
Por otro lado, el equipo de gobierno de la Cambra está presente en el patronato de la Fundació La Caixa, por ser miembro fundador. Hasta hace poco, el vicepresidente de la entidad y uno de los nombres que más suenan como presidenciable de Eines de País, Toni Fitó, era el representante de la corporación de derecho público en la entidad presidida por Isidro Fainé. Sin embargo, se trata de un puesto que rota cada dos años entre los principales promotores de la fundación y hace poco empezó el turno de Foment del Treball.
El comité ejecutivo de la Cambra también tiene reservados puestos de mando en el consejo de administración y el consejo rector de la Autoritat Portuaria de Barcelona, dos sitios que ahora ocupa el vocal Xavier Sunyer; dos sillas en el pleno del Consorci de la Zona Franca de Barcelona; además de representar Barcelona en los órganos supracamerales como el Consell General de les Cambres de Catalunya y en la Cámara de Comercio de España.
Más allá del poder de influencia en todas estas corporaciones barcelonesas, el gobierno que salga de las urnas este miércoles tendrá la potestad de gestionar los 24 millones de euros del presupuesto anuales que tiene la Cambra de Barcelona. De esta cifra, provienen los fondos necesarios para que la institución impulse sus funciones diarias de apoyo a las empresas, entre los que destacan planes de formación, ayudas y asesoramiento financiero o soporte para elaborar gestiones burocráticas.
En cualquier caso, ni el nuevo presupuesto, ni la nueva política de gobierno, ni los sustitutos a todos estos cargos se darán a conocer hasta que se forme un nuevo consejo ejecutivo de la Cambra tras las elecciones. Dependiendo de su resultado y las sumas que deje, tanto se podría empezar a intuir quién tomará el control de la corporación este mismo miércoles, como podría quedar todo en una incógnita a resolver en despachos y reuniones.
El pleno de la Cambra está formado por 60 vocalías, pero solo 52 están en liza en las elecciones. Dos de ellas corresponden a las sillas de mayor aportación voluntaria, que quedaron desiertas después que las grandes corporaciones que actualmente las ocupan descartaran pujar por ellas, mientras que seis más están reservadas a las patronales catalanas, cuyos nombres ya se conocen, después que Pimec y Foment se pusieran de acuerdo para presentar una lista conjunta.
Foment designó a Eloi Planas, presidente ejecutivo de Fluidra, a Ignasi Marull, socio de PricewaterhouseCoopers (PWC), y a la CEO de Copisa, Anna Cornadó, como sus representantes; y Pimec colocó a Miquel Marto, presidente y CEO de Moventia; Emma Gubert, socia-fundadora de Emma Gubert; y a la directora corporativa de Font Packaging Group, Martina Font.
Eines, a por todo, Va d’Empresa en 46 epígrafes
De los 52 epígrafes en juego, Eines de País, la candidatura avalada por la ANC que aspira a revalidar el mando de la Cambra, ha presentado un candidato para todas y cada una de las vocalías en juego. Va d’Empresa, por su parte, se postula a 46 puestos de forma efectiva y ha dejado desiertos seis epígrafes. Por último, hay 11 candidatos más que se presentan como independientes, sin adherirse formalmente a ninguna lista.
Partiendo de la suposición que los representantes de las patronales serán partidarios de dejar gobernar a la candidatura liderada por Josep Santacreu (se le ha catalogado como el representante del establishment y Planas se dejó ver en la presentación del proyecto); Va d’Empresa tendría que conseguir mínimo 24 de los 46 epígrafes a los que se presenta para hacerse con la mayoría del pleno y poder ostentar el gobierno. Siguiendo esta misma lógica, la candidatura independentista necesitará imponerse en 30 escaños, en la mitad del pleno.
En el aire están el posicionamiento de las 11 corporaciones que se han presentado por libre, aunque las apuestas están en que inclinarán la balanza hacia Santacreu. La excepción a la norma es Bon Preu, que seguirá la misma estrategia que en 2019: ir con el caballo ganador, es decir, Joan Font se podrá al lado de la lista que obtenga los máximos apoyos.