Atención, clientes de CaixaBank: evita esto para proteger tus finanzas

El consumo conspicuo, un concepto que puede sonar desconocido para muchos, es una práctica habitual en la sociedad moderna que puede poner en riesgo las finanzas personales si uno no es consciente de sus efectos. CaixaBank ha advertido recientemente sobre los peligros de este tipo de consumo, que consiste en adquirir bienes y servicios con el objetivo de impresionar a los demás, a menudo sin tener en cuenta las verdaderas posibilidades económicas y dificultando mucho más el ahorro.

Este fenómeno no es nada nuevo. De hecho, desde la prehistoria, las personas han utilizado ciertos productos o adornos exclusivos para distinguirse de los demás. En la actualidad, este comportamiento se ha trasladado a una amplia gama de productos, desde ropa de alta costura hasta los últimos modelos de teléfonos móviles. El consumo conspicuo, un término acuñado por el sociólogo estadounidense Thorstein Veblen en 1899, se refiere precisamente al comportamiento de comprar bienes o servicios para mostrar cierta riqueza y ganar prestigio.

CaixaBank recomienda no caer en el consumo conspicuo

Algunos ejemplos presentes de este tipo de consumo hoy en día incluyen desde la adquisición de un coche de lujo hasta publicar en redes sociales una cena en un restaurante exclusivo o un viaje a un destino paradisíaco. Lo que se busca es ser visto, no necesariamente disfrutar del producto o servicio, siempre con el objetivo de despertar admiración en el resto.

Existen diversas motivaciones tras este tipo de adquisiciones. Algunas personas lo utilizan para mostrar su estatus real, mientras que otras buscan aparentar tener más de lo que en realidad poseen. No se limita solo a los más ricos; muchas personas de clase media o incluso baja caen en esta trampa social de gastos inconscientes.

Un estudio en el Reino Unido reveló que trabajadores con salarios similares gastaban más en lujo si ocupaban posiciones inferiores en sus empresas. Esto se debe a la presión social de querer proyectar un estatus más elevado, lo que puede llevar a un consumo innecesario y superfluo que no cubre ninguna necesidad real.

El impacto de estos gastos en la economía

En España, el mercado del lujo, estrechamente ligado al consumo conspicuo, representa entre el 0,5% y el 1% del PIB, mientras que las exportaciones del sector añaden otro 1%. Esto demuestra que el consumo conspicuo tiene un impacto directo y significativo en la economía.

Asimismo, en Francia, el lujo se ha convertido en un motor económico, representando entre el 3% y el 6% de su PIB. Empresas como LVMH, con marcas globales de lujo, facturaron más de 86.000 millones de euros en 2023, otro dato que refleja la importancia del consumo conspicuo a nivel global.

Riesgos financieros

El endeudamiento es el principal riesgo del consumo conspicuo. Por ello, CaixaBank advierte que comprar productos de lujo sin tener en cuenta la capacidad financiera puede llevar a un uso excesivo de tarjetas de crédito y préstamos, lo que compromete la estabilidad económica personal.

Además, gastar en productos conspicuos puede reducir los recursos disponibles para bienes esenciales, como vivienda o educación, lo que puede generar una espiral de endeudamiento difícil de romper.

Consejos para proteger tus finanzas

• Define tus prioridades: Antes de comprar, reflexiona si realmente necesitas ese producto o si solo lo quieres para impresionar.
• Controla tus gastos: Establecer un presupuesto te ayudará a limitar el consumo impulsivo.
• Ahorra antes de gastar: Si quieres comprar algo de lujo, ahorra primero para evitar endeudarte.
• Valora tus necesidades: Asegúrate de que tus decisiones de compra no comprometan tu capacidad de cubrir necesidades básicas.

El consumo conspicuo es una realidad en la sociedad moderna que conlleva riesgos considerables. Mediante su blog, la entidad financiera recuerda a sus clientes la importancia de ser conscientes en las decisiones de compra para evitar comprometer la salud financiera. Comprar con inteligencia y evitar las trampas del prestigio puede marcar la diferencia entre una economía personal estable y una en riesgo.