Goldman Sachs confía en que Caixabank sostenga los ingresos pese al problema de las hipotecas a tipo variable
El banco de inversión considera que la exposición de Caixabank a las hipotecas a tipo variable podría mermar la rentabilidad futura en un entorno en el que el BCE baje los tipos de interés
Goldman Sachs cree que Caixabank será capaz de mantener sus ingresos de cara al año que viene pese a que también señala a la cartera de hipotecas a tipo variable como un potencial ‘problema’ para la entidad. El banco de inversión destaca en un informe recientemente publicado que espera «continuo crecimiento de los ingresos no financieros de Caixabank, lo que permitiría que los ingresos se mantuvieran estables en unos 15.000 millones de euros para 2024, 2025 y 2026″.
El banco liderado por Gonzalo Gortázar, que viene haciendo un año positivo, registrando ganancias acumuladas hasta septiembre de 3.659 millones de euros, es una de las entidades financieras más expuestas a los préstamos a tipo variable. Esto, que en lo que va de año y con el entorno de tipos al alza se ha convertido en el principal catalizador de ingresos del banco, podría convertirse en el lastre de los futuros beneficios de la compañía, según Goldman Sachs.
Y es que, el banco de inversión señala en un informe que «Caixabank es el arquetipo de entidad sensible a los tipos de interés«, tanto en positivo, como en negativo. La firma con sede en Nueva York destaca que el banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri muestra mayor sensibilidad que sus pares europeos al endurecimiento monetario. Y es que, dos tercios de la cartera de préstamos del banco catalán son a tipo variable, algo que, hasta ahora, ha catalizado la mayor parte de los ingresos de Caixabank.
«En un entorno de bajada de tipos, Caixabank podría perder beneficios»
La firma con sede en Valencia es la más grande en España en banca minorista. La mayor fuente de ingresos de la compañía son los préstamos, especialmente los relacionados a las hipotecas. De ahí que Goldman Sachs explique que «en un entorno de bajada de tipos de interés, esta exposición provocaría una caída de los beneficios».
«La perspectiva de recorte de las tasas oficiales a lo largo de 2024 apunta a un posible decrecimiento de la rentabilidad de la mayor fuente de ingresos de Caixabank«, añaden los analistas de Goldman Sachs. Hasta ahora, el banco ha mostrado una posición sólida, basada en una cartera de crédito sana y apuntalada con una ratio de morosidad que, en septiembre, era del 2,7%, es decir, baja. Además, la compañía ha ido elevando la cobertura de mora, lo que solidifica la posición del banco ante posibles insolvencias.
Aún esto, y atendiendo a que la morosidad no es un problema en Caixabank, el hipotético lastre podría llegar por la bajada de tipos de interés que el mercado espera que el BCE lleve a cabo en 2024. El consenso de analistas considera que las tasas oficiales han tocado techo, y aunque sí que descuentan que los tipos se mantengan elevados por un tiempo, también consideran que 2024 será el año en que las tastas comiencen a bajar.
BBVA Asset Management apuntó a principios de esta semana que espera que los de Lagarde comiencen a bajar los tipos en el primer semestre del año.
Goldman Sachs espera que «los beneficios sean más duraderos de lo estimado»
De consumarse este hecho, la cartera de préstamos a tipo variable de Caixabank podría perder fuelle. Aún este ‘problema’, Goldman Sachs destaca en su informe que «esperamos que los beneficios sean más duraderos de lo estimado por el consenso». El banco de inversión apuesta porque la compañía con sede en Valencia aguante los ingresos para el año que viene.
Con ello, «esto facilita una atractiva distribución al accionista, con un rendimiento toral del capital superior al 12% entre los dividendos y las recompras de acciones«. Está por ver cómo evoluciona el mercado y si el regulador europeo finalmente acomete esas bajadas de tipos de interés que el mercado espera para el primer semestre de 2024.
De darse, Caixabank exploraría nuevas oportunidades en el mercado, las cuales pueden pasar por una mayor apuesta por el pasivo. Aún esto, si la actividad bancaria mantiene el goteo, la morosidad sigue baja, y el consenso cree que los tipos han tocado techo, parece más probable que los bancos no vayan a echar el resto sobre el pasivo y se mantendrán enfocados en el activo. «Esperamos menores costes de lo previsto de los depósitos«, añade Goldman Sachs.