JP Morgan ve oportunidad de crecimiento en Caixabank a través de despidos y cierres de oficinas 

El cierre de sucursales bancarias y los recortes plantilla representan una oportunidad de crecimiento para Caixabank. Al menos así lo considera JP Morgan. En un reciente estudio que el banco estadounidense ha publicado analizando los riesgos y oportunidades de la banca española, destaca que el cierre de oficinas, así como los posibles despidos que pueda realizar la entidad catalana, podrían generar una descongestión de los gastos. 

Los analistas de JP Morgan destacan entre los upside risk (aquellos ‘riesgos’ que pueden convertirse en una oportunidad para la entidad) a los «riesgos al alza derivados de una inflación de costes inferior a la prevista debido a recortes de personal y cierre de sucursales». Caixabank, que, hasta septiembre, gana 3.659 millones de euros, es una de las entidades españolas que más activa ha estado en lo referido al cierre de sucursales.  

Caixabank ha cerrado 196 oficinas en lo que va de año  

Tal y como informó ECONOMÍA DIGITAL, la compañía presidida por José Ignacio Goirigolzarri ha cerrado cerca de 200 oficinas en lo que va de año, siendo el banco que más cierres ha acometido de entre los cotizados del Ibex 35. La firma catalana los justifica por el acople de sucursales de Bankia que aún tiene que hacer, además de porque Caixabank está juntado oficinas próximas las unas con las otras para agruparlas en una sola, lo que el banco denomina oficinas Store. 

Como apuntan fuentes de la entidad consultadas por este diario, la previsión es que la entidad liderada por Gonzalo Gortázar finalice el ejercicio con 80 sucursales Store. Como fuere, la firma con sede en Valencia es, hasta ahora, la que más cierres de oficinas ha acometido hasta septiembre de este ejercicio, último mes del que hay datos disponibles.  

Caixabank, como el resto de sus homólogos, no ha parado de echar el cierre a varias oficinas en los últimos dos años. Se trata de un proceso que tomó mayor relevancia a raíz de la pandemia y de la mayor implantación de la digitalización en todos los procesos bancarios. Las entidades, sabedoras de que cada vez son más los clientes que hacen sus trámites por los canales digitales, han acelerado el cierre de oficinas y de cajeros. 

Esto conlleva que los bancos reduzcan su estructura de costes, puesto que se ahorran tanto el mantenimiento del local, como las nóminas de los trabajadores y trabajadores que operan en estas sucursales. Por ello, JP Morgan considera que el cierre de oficinas y los ajustes de plantilla pueden suponer un riesgo al alza, es decir, una oportunidad, para el banco catalán. 

JP Morgan ve otros impulsos al alza, y riesgos  

Como este, los analistas del banco estadounidense aprecian otros riesgos al alza que pueden convertirse en una oportunidad de crecimiento para la firma española. Por ejemplo, JP Morgan destaca «riesgos al alza derivados de unos resultados mejores de lo previsto por comisiones, gestión de activos e ingresos por seguros», o «derivados de otras provisiones inferiores a las previstas por activos adjudicados y litigios«.  

También hace énfasis en «unos costes y cargas reglamentarias inferiores a los previstos» o «por una generación orgánica de capital mejor de los previsto y, por tanto, de una rentabilidad para el accionista superior a la esperada». 

Al contrario, JP Morgan también aprecia distintos riesgos a la baja, es decir, aquellos que pueden entorpecer el negocio del banco español de cara a lo que resta de año, así como para 2024. Por ejemplo, la firma americana destaca el riesgo «de que la fijación de la curva a plazo del Euríbor no se materialice de acuerdo con las expectativas del mercado”.  

El hecho de que la principal tasa que fija el tipo de interés para las hipotecas no ceda en el momento esperado puede afectar al pago de las mensualidades, como lastrar la concesión de préstamos hipotecarios aún más.  

Otros aspectos negativos que los analistas de JP Morgan indican son «unos márgenes de préstamos inferiores a lo previsto»; «una inflación superior a la prevista»; o que los «costes de los litigios superen las expectativas» de JP Morgan, entre otros.  

Está por ver cómo evoluciona el negocio de Caixabank de cara al futuro próximo. Por lo pronto, la entidad va encaminada a cerrar el ejercicio con unas ganancias superiores a las cosechadas al cierre de 2022. Dependerá de la evolución económica y de la presión de la inflación y de la política monetaria si Caixabank sostiene, o no, sus resultados para los próximos trimestres.