CaixaBank pasa página con Bankia y refuerza el peso de Barcelona

CaixaBank borra ya cualquier vestigio de la antigua Bankia en su estructura y, con el nombramiento de Tomás Muniesa como nuevo presidente, no ejecutivo, refuerza el peso de Barcelona y Cataluña en su negocio e imagen corporativa, en plena opa de BBVA sobre Sabadell.

La renuncia de José Ignacio Goirigolzarri a su puesto como presidente ejecutivo del grupo, tras cuatro años en el cargo, deja en el baúl de los recuerdos la fusión por absorción de Bankia, que obtuvo el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en marzo de 2021.

“Tras haber finalizado el mayor proceso de integración del sector en España, el banco está en un momento excelente y estoy seguro de que tendrá un gran éxito en el futuro», declaró ayer Gorigolzarri.

«Y, en este momento en el que CaixaBank inicia una nueva etapa, yo doy por terminado un ciclo que inicié con mi incorporación a Bankia en 2012″, añadió el banquero en unas declaraciones incluidas en la nota de prensa difundida por la entidad.

La designación de Muniesa como presidente, hombre de la casa (desde los años setenta trabajando en Caixa), refuerza el control que sobre el grupo tiene Criteria, primer accionista de CaixaBank, con el 30% del capital.

Gonzalo Gortázar, consejero delegado del banco desde hace diez años, y que se incorporó a Criteria en el año 2009, queda ahora como primer ejecutivo de la entidad, al no disponer el nuevo presidente de poderes ejecutivos (un deseo expresado reiteradamente por el Banco Central Europeo).

El cambio en la presidencia de CaixaBank, una información adelantada el miércoles por el diario con sede en Barcelona La Vanguardia, se produce en un momento en el que, en el horizonte, aparecen dos grandes eventos que potenciarán la ‘catalanidad’ del banco: el regreso a Barcelona como sede y la salida del Estado (el Frob) del capital.

CaixaBank trasladó su sede a Valencia en octubre de 2017, a raíz del pulso del independentismo. El regreso a Barcelona parece todavía lejano, pero con Salvador Illa como nuevo presidente de la Generalitat y los partidos independentistas perdiendo apoyos y en aparente descomposición, la vuelta a Cataluña podría acelerarse.

El Estado, a través del Frob, mantiene el 16,1% del capital de CaixaBank. El organismo debería abandonar el banco en diciembre de 2025, pero recientemente el presidente del Frob, Álvaro López Barceló, ha sugerido que la fecha podría volver a retrasarse.

Todo ello en un momento en el que Cataluña puede perder otro de sus bancos, Sabadell. Si BBVA triunfa en la opa hostil lanzada sobre la entidad presidida por Josep Oliu, es previsible que la imagen del Sabadell como banco catalán quede difuminada, potenciando la de CaixaBank como gran banco catalán.

Los últimos consejeros de Bankia

La renuncia al puesto de presidente de José Ignacio Goirigolzarri deja algo desamparados a los consejeros que todavía hoy se mantienen en el consejo de administración de CaixaBank y que trabajaron con anterioridad en Bankia.

Joaquín Ayuso, antiguo consejero independiente coordinador de Bankia; Francisco Javier Campo, que fue presidente del comité de auditoría de Bankia; y Eva Castillo, expresidenta de la comisión de nombramientos de Bankia, accedieron al consejo de administración de CaixaBank en 2021, tras la absorción de la entidad madrileña, en la condición de consejeros independientes.

Los tres consejeros, nacidos todos ellos en Madrid, finalizan el próximo mes de diciembre el periodo para el que fueron designados en el consejo de CaixaBank. Es posible que también ellos sigan el camino de Goirigolzarri.