Ana Botín sale al rescate de Coca-Cola ante una reclamación fiscal de 16.000 millones en EE.UU.

Ana Botín, al rescate de Coca-Cola, de cuyo consejo de administración forma parte.

Santander es una de las entidades financieras que participan en una operación de venta de deuda del líder mundial de los refrescos, que afronta una reclamación fiscal multimillonaria en Estados Unidos.

Coca-Cola comunicó la pasada semana que en el caso de la reclamación histórica del fisco estadounidense, iniciado hace casi una década, se había dictado sentencia que obliga a la multinacional al pago de 2.700 millones de dólares, que con intereses asciende a 6.000 millones.

El Servicio de Impuestos Internos (Internal Revenue Service, IRS) estadounidense, la agencia federal del Gobierno de Estados Unidos encargada de la recaudación fiscal, informó en septiembre de 2015 a la compañía que había investigado durante cinco años sus cuentas de 2007 a 2009, concluyendo que debía aumentar sus ingresos fiscales en el país por esos años en 3.300 millones de dólares, más intereses. 

Los 6.000 millones de dólares a los que la compañía ha sido recientemente condenada a pagar, es solo el desembolso inicial de los 16.000 millones de dólares a los que ascendería la reclamación completa del organismo fiscal estadounidense, por los 15 años siguientes a 2009.

El grupo con sede en Atlanta sostiene que la cifra reclamada responde a las cantidades que el IRS defiende que la empresa debía haber gravado a compañías extranjeras por la fabricación, distribución, venta y promoción de sus artículos. Coca Cola asegura que ha seguido la misma metodología de precios para esas licencias desde1996, una estructura que habría sido acordada con el IRS. 

«Coca-Cola cree firmemente que el IRS y el Tribunal Fiscal malinterpretaron y aplicaron incorrectamente las normas aplicables involucradas en el caso y defenderá enérgicamente su posición en la apelación», ha informado la compañía, que tiene 90 días para acudir al Tribunal de Apelaciones.

La multinacional creada a finales del siglo XIX ha comunicado, entre el miércoles y el jueves, al regulador del mercado estadounidense, la SEC, la colocación de bonos en el mercado.

En el folleto de emisión el grupo indica que espera emplear los ingresos obtenidos en la operación «para fines corporativos generales», que pueden incluir «posibles pagos en relación con litigios fiscales en curso con el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos».

Además de Santander, en la operación participan Barclays, Bank of America, Citigroup, Deutsche Bank, Goldman Sachs, Morgan Stanley, JPMorgan y Wells Fargo.

Botín, consejera desde 2013

La presidenta de Santander lleva en el consejo de Coca-Cola desde el año 2013 y en la actualidad forma parte de la Comisión de Buen Gobierno y de la Comisión Financiera.

Botín percibió el pasado año una retribución de 291.670 dólares. Según la información publicada por la multinacional estadounidense, la presidenta del primer banco español posee 67.894 acciones de Coca Cola, valoradas a los precios actuales de cotización en cuatro millones de dólares.

Coca-Cola defiende que la presencia de Botín en su consejo de administración no genera incompatibilidades. En la documentación entregada por la multinacional con motivo de su última Junta de Accionistas, el grupo sostiene que las cifras económicas de su relación con Santander son «inferiores al 1%» de los ingresos del banco español.

También señala que los pagos que realiza al Santander responden «a comisiones bancarias, en el curso ordinario de los negocios». Coca-Cola y Santander «han tenido una relación durante muchos años antes de la incorporación de Botín como consejera», subraya.

A finales del mes pasado Coca-Cola anunció la salida de su consejo de administración de Barry Diller, Alexis Herman y Marc Bolland, quienes juntos suman cerca de medio siglo en la multinacional. El español Manuel Arroyo es uno de los vicepresidentes a nivel global del grupo.