La bomba de calor pierda fuerza en EspaƱa: Iberdrola y Endesa no consiguen animar el mercado

Las dudas con el precio, el apego a las calderas de gasā€¦ muchos factores y una simple realidad: la bomba de calor no despega en EspaƱa

Bomba de calor

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Iberdrola y Endesa basan gran parte de su negocio en la electrificaciĆ³n de la economĆ­a a todos los niveles. Sus inversiones van ello. Hasta ahora, sin embargo, el ritmo es mĆ”s lento de lo previsto. Las bombas de calor escenifican ese lento trĆ”nsito hacia la descarbonizaciĆ³n.

La lucha por ser la preferencia en los sistemas de calor domĆ©stico es clave. Las tradicionales calderas de gas mantienen su posiciĆ³n de privilegio. Mientras que las bombas de calor siguen sin ganar peso en EspaƱa.

SegĆŗn el Panel de Hogares de la ComisiĆ³n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) -la macroencuesta que realiza el regulador sobre consumo domĆ©stico-, los hogares que disponen de bomba de calor no ha subido en los Ćŗltimos aƱos.

Tan solo el 19% asegura tener este tipo de dispositivo de calor en el primer trimestre del aƱo. Un curioso retroceso de dos puntos con respecto a los tres meses anteriores. Esto supone que las bombas de calor, lejos de aumentar su presencia, siguen siendo una opciĆ³n minoritaria.

Un contexto complicado

Las buenas noticias en materia de electrificaciĆ³n para Iberdrola y Endesa son muy pocas. Al menos, relacionado con el uso masivo de bombas de calor.

Las ventas de bombas de calor en Europa se desplomaron en el segundo y tercer trimestres del aƱo, poniendo en riesgo inversiones en instalaciones de producciĆ³n por valor de 7.000 millones de euros, segĆŗn ha advertido la AsociaciĆ³n Europea de Bombas de Calor (EHPA).

La asociaciĆ³n, con sede en Bruselas, seƱala que los datos recogidos en 10 paĆ­ses europeos muestran que las ventas de bombas de calor fueron fuertes en el primer trimestre del aƱo, pero en el tercero cayeron un 14%.

Pese a que no se aportan datos concretos de EspaƱa, el contexto de descenso casi unĆ”nime del tercer trimestre -en Alemania, Austria, Dinamarca, Finlandia, Francia, Italia, Noruega, PaĆ­ses Bajos, Suecia y Suiza- es una ā€œtendencia alarmanteā€ que podrĆ­a poner en peligro los objetivos de descarbonizaciĆ³n de la UE, afirma la asociaciĆ³n.

Culpa a la ā€œcomunicaciĆ³n ambiguaā€ y a las ā€œcambiantes polĆ­ticas y subvenciones gubernamentalesā€ de crear un mercado incierto que ha provocado la caĆ­da.

Una disputa tecnolĆ³gica

Esta situaciĆ³n no es favorable para las empresas que quieren que el proceso de electrificaciĆ³n se acelere, como es el caso de Iberdrola y Endesa. En el otro lado estĆ” las compaƱƭas que tienen su negocio alrededor del gas, y la supervivencia de las calderas les supone buenas noticias.

Esto ha llevado en los Ćŗltimos meses a que las dos grandes patronales que representan estos intereses, Aelec a las elĆ©ctricas, y SedigĆ”s a las gasistas, estĆ©n llevando a cabo importantes campaƱas de informaciĆ³n pĆŗblica para reforzar su relato.

El elevado coste de las bombas de calor, por ejemplo, es una de las armas para convencer a los usuarios de que las calderas tradicionales son la mejor soluciĆ³n. Sobre todo, porque con la llegada de los gases renovables la huella de carbono es menor.

Desde el otro lado, el elƩctrico, aseguran que a la larga el ahorro es mucho mayor. Algo que irƔ a mƔs cuando los precios de la electricidad vayan a la baja debido a la entrada de las renovables.

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