BBVA admite que en la compra del Sabadell podría recibir «demandas de trabajadores despedidos»

BBVA reconoce que la incertidumbre sobre el efecto de su oferta por Sabadell puede afectar a su capacidad para retener talento.

Fachada del edificio ‘La Vela’, en la ciudad del BBVA en Madrid. Foto: Ricardo Rubio / Europa Press

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BBVA admite que, si prosperase su oferta para adquirir Banco Sabadell, podría «verse involucrado en litigios relacionados con la oferta (…) incluyendo demandas de trabajadores despedidos, de clientes o de terceros».

El banco presidido por Carlos Torres, que el pasado 9 de mayo lanzó una opa sobre la entidad presidida por Josep Oliu, ha actualizado los riesgos que afronta su negocio en documentación enviada a la CNMV, en particular los relacionados con la operación en marcha sobre Sabadell.

En su comunicado al regulador del mercado español, BBVA hace un profundo esfuerzo de transparencia desarrollando en cinco páginas los riesgos que entraña el éxito o el fracaso de la oferta sobre la entidad catalana.

BBVA indica que no ha tenido acceso a información del Sabadell que no sea pública, por lo que su análisis de opa podría ser incompleto

El grupo reconoce que la «incertidumbre sobre el efecto de la operación en empleados» podría «afectar negativamente» a su capacidad para «retener y motivar a su personal clave, tanto con carácter previo como posterior a la liquidación de la oferta».

Todo ello, continúa, podría provocar que «clientes, proveedores, socios y otros terceros» decidieran, por ejemplo, «postergar la celebración de contratos con BBVA o tomen otras decisiones que afecten adversamente (…)».

En el caso de que no se liquidara la oferta, añade, esto también podría «afectar de forma negativa a la reputación de BBVA y generar reacciones adversas en inversores y clientes», así como afectar negativamente a la relación «con sus empleados y sus clientes».

El segundo mayor banco español afronta la oposición a su oferta del consejo de administración del Sabadell. Pero también de un amplio espectro político, desde miembros del Gobierno hasta gobernantes autonómicos del PP, así como de patronales empresariales.

La previsible reducción de plantilla de la entidad resultante de una fusión, y también el cierre de oficinas, son algunos de los aspectos que más rechazo provocan.

Carlos Torres, presidente de BBVA. BBVA
Carlos Torres, presidente de BBVA. BBVA

En la presentación de sus resultados semestrales, el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, estimó que la integración de Sabadell en BBVA implicaría el cierre de unas 300 oficinas.

«Las adquisiciones son inherentemente arriesgadas por las dificultades que pueden surgir en la integración del personal, las actividades
y las tecnologías», apunta BBVA.

El banco explica que la operación está sujeta a la aprobación de la CNMV, una vez recibida la no oposición por parte del Banco Central Europeo, y también a «una serie de condiciones» incluida la autorización de las autoridades de competencia españolas.

Pero también añade BBVA en la documentación enviada al regulador que la oferta «no está condicionada» a la no oposición «de ciertas autoridades de competencia y distintos organismos reguladores competentes en España y otras jurisdicciones«, por la adquisición de control en filiales reguladas de Banco Sabadell, que es propietario del banco británico TSB.

Información «no pública»

BBVA indica que, para lanzar su oferta sobre Sabadell, no ha tenido «acceso a información no pública». Su análisis, dice, se ha basado «exclusivamente en la información pública de Banco Sabadell disponible en dicho momento».

Esto supone que dicho análisis «no sea completo en todos los aspectos y pueda implicar el riesgo de que ocurran eventos o se generen responsabilidades imprevistas».

El ex comisario José Manuel Villarejo atiende a los medios a la salida de la Audiencia Nacional, en septiembre de 2021. EFE

En caso de adquisición, dice BBVA, a pesar de los análisis realizados, «con frecuencia no es posible que dichos análisis sean completos en todos los aspectos», y pueden existir riesgos asociados «a eventos o responsabilidades imprevistos relativos a los activos o negocios adquiridos que no hayan sido revelados o evaluados adecuadamente durante el proceso de due diligence«,

En ese caso, el banco «podría asumir responsabilidades imprevistas o la adquisición podría no tener los resultados esperados».

El banco también admite que el precio de su valor en Bolsa «podría verse afectado o ser objeto de fluctuaciones si el precio actual de las acciones de BBVA refleja la expectativa de que la Oferta se complete».

BBVA añade entre los factores de riesgo actualizados el caso Villarejo.

El banco informa que el pasado 20 de junio el Juez de la Audiencia Nacional ha dictado un auto «acordando la continuación del procedimiento por los cauces del procedimiento abreviado», contra el banco y «determinados directivos y empleados», tanto actuales «como de una etapa anterior».

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