Competencia advierte que tardará meses en analizar la opa de BBVA sobre Sabadell
El proceso de estudio por parte de la CNMC se realiza en una o dos fases, depende si el ente regulador detecta problemas de competencia con la fusión
El camino de la posible fusión entre BBVA y Sabadell será un camino largo, que durará más tiempo del que esperan las entidades y los mercados. Así lo ha recordado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que advirtió que se tomará varios meses para analizar la opa del banco de Carlos Torres, incluso si la operación no requiere una revisión en profundidad.
La CNMC, como precisa en su web, vela por la competencia en el mercado y evalúa las concentraciones empresariales para evitar que las empresas adquieran demasiado poder o aumenten los precios. En este caso, la fusión entre BBVA y Sabadell quedaría suspendida hasta que el ente la autorice.
Tras un segundo intento fallido de compra, BBVA anunció el 9 de mayo una opa hostil con la intención de tomar el control de Banco Sabadell e integrarlo en su grupo.
Esta oferta, dirigida directamente a los accionistas de Sabadell, necesita la aprobación previa de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y del Banco de España. Sin embargo, como BBVA también busca integrar la participación adquirida en su grupo, la entidad también necesitará la autorización de la CNMC.
BBVA solicitó la aprobación de la CNMC el pasado 31 de mayo, pero la Comisión tardará varios meses en analizar el impacto en el mercado de esta posible fusión. La operación también requiere el visto bueno final del Ministerio de Economía, recuerda EFE.
La hoja de ruta de la CNMC
Luego que el BBVA haya presentado su solicitud, la CNMC iniciará su estudio, donde la Ley de Defensa de la Competencia plantea que el procedimiento de control de concentraciones se realice en una o dos fases.
En la primera, que en teoría podría durar hasta un mes y donde hay que sumar las posibles suspensiones, la CNMC analizará la operación y su consejo decidirá si la fusión debe ser autorizada (con o sin compromisos) o si, por el contrario, exige un análisis más detallado.
La CNMC precisa que la mayoría de operaciones se aprueban en esta fase.
Así sucedió, por ejemplo, con la fusión de CaixaBank y Bankia, la mayor operación de concentración de la historia financiera de España, que recibió el visto bueno, aunque con condiciones, en esta primera fase, que se alargó durante cuatro meses.
La segunda fase
Sin embargo, si la CNMC detectara en la posible fusión del BBVA y el Sabadell problemas de competencia que requieren un mayor análisis, se pondría en marcha una segunda fase, con un estudio más minucioso todavía que, normalmente, incluye la consulta a terceros interesados.
El consejo del ente regulador es quien decide si la concentración debe ser autorizada o si requiere que se apruebe sujeta a los compromisos que propone el comprador para que autoricen su operación.
En el caso de que los compromisos no fueran suficientes para resolver los problemas de competencia que la CNMC identificara, su consejo puede imponer condiciones que complementen o, incluso, que sustituyan los compromisos propuestos por el comprador.
Ahora bien, si no existen compromisos o condiciones que permitan resolver los problemas de competencia identificados, la CNMC podría llegar a prohibir la fusión.
Quién tiene la última palabra
Con la entrada en vigor de la Ley de Defensa de la Competencia de 2007, se limitó considerablemente la intervención del Gobierno en el control de las operaciones de concentración.
La autorización de las operaciones corresponde en exclusiva a la CNMC y únicamente si una determinada operación se prohíbe o si se subordina a compromisos durante la segunda fase, el Ministerio de Economía podría decidir elevarla al Consejo de Ministros.
En ese supuesto, en el plazo de un mes, podría desviarse de la propuesta de la CNMC, aunque nunca por criterios de competencia sino de otra índole, como la seguridad nacional, la protección del medioambiente o la promoción de la innovación, por ejemplo.
No obstante, aunque la CNMC aprobara la posible fusión del BBVA y el Sabadell en la primera fase, el Gobierno cuenta con una disposición adicional en la ley de solvencia bancaria que deja en manos del Ministerio de Economía el visto bueno final.
Y hasta el momento, el titular de esta cartera, Carlos Cuerpo, ha mostrado en reiteradas ocasiones su rechazo a la integración del Sabadell en el grupo BBVA.