Barçagate: Roures prepara su venganza contra Bartomeu
El fundador de Mediapro desacredita todas "las excusas" del FC Barcelona sobre la guerra sucia en redes sociales mientras sus abogados ultiman una ofensiva
El fundador de Mediapro, Jaume Roures, tiene ante sí una oportunidad única para pasar cuentas contra su gran bestia negra y no piensa desaprovecharla. En el imaginario de Roures, el presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, no es más que el heredero de su archienemigo Sandro Rosell y, ahora, tras explotar el Barçagate —que involucra a la junta azulgrana en una guerra sucia en las redes sociales para desacreditar a figuras como el fundador de Mediapro—, los abogados de Mediapro trabajan a toda máquina para lanzar una ofensiva contra los mandatarios del club. «No vamos a dejar pasar ni una», dicen en su entorno, dispuesto a «llegar hasta el final».
Roures ya se querelló contra Rosell por el espionaje de su correo personal durante al menos tres años (2008-2011) en una trama, a su entender, «perfectamente organizada». El fundador de Mediapro tiene el asunto grabado a fuego en su memoria y está convencido de que Bartomeu, su sucesor al frente del FC Barcelona, también es un amante del juego sucio aunque ha hallado otra forma de practicarlo: en vez de contratar a espías ha contratado a difamadores en las redes sociales que se dedican a denigrar tanto sus relaciones políticas como la obtención de sus contratos profesionales.
Los asesores de Roures han escuchado con atención las explicaciones de urgencia dadas por la junta del FC Barcelona sobre el contrato millonario que firmó con la empresa de marketing digital I3 Ventures, vinculada con una serie de perfiles difamatorios en las redes sociales —entre otros uno que lleva por nombre Jaume, un film de terror—, y no se creen ni media. Ninguna de las escasas aclaraciones ofrecidas por Bartomeu y por el director de I3 Ventures, Carlos Ibáñez, convencen a Roures, ansioso por pasar al ataque en los tribunales.
«Somos munición contra Bartomeu», dicen desde I3 Ventures
En una entrevista este miércoles con Catalunya Ràdio, el también responsable de Nicestream –otra de las empresas contratadas por el Barça– dijo: «somos una munición que se está utilizando para atacar a la directiva». Ibáñez, acusó indirectamente al presidenciable Víctor Font de filtrar los documentos que dieron pie al escándalo esta semana.
La voracidad de Roures contrasta con la frialdad con que ERC y Podemos —también afectados por esta guerra sucia en las redes sociales— han encajado el asunto. Los partidos han decidido congelar cualquier medida y seguir desde la barrera la evolución del caso. Primero porque la junta del FC Barcelona, que se reúne este viernes, apenas ha anunciado medida alguna y, segundo, por el delicado terreno que hay que pisar (el mundo azulgrana).
En su currículum la empresa ya cuenta con experiencia política. La más notable, como explicó Economía Digital este martes, el trabajo de desestabilización a través de cuentas de Facebook, Twitter y blogs del gobierno argentino que preside Alberto Fernández. Este medio acreditó hasta cuatro cuentas de Facebook y dos de Twitter encargadas de elaborar mensajes contra el heredero del kirchnerismo.
«Esto no es espontáneo», dicen desde I3 Ventures
«El encargo en el caso del Barça no es de crear contenido, ni positivo, ni negativo», se defendió el miércoles Ibañez. Con la lupa puesta sobre los perfiles Més que un club, Respeto y Deporte, Alter Sports, Sports Leaks, Justicia y Diálogo en el Deporte y Jaume, un film de terror, el dirigente sólo terminó por admitir una relación con la segunda. «Es una cuenta que genera opinión; no es insultante, no publica noticias». «Nosotros no publicamos contenido, lo hacen los que llevan la página. La autoría no es nuestra, aunque tener un dominio significa ser el propietario del contenido», añadió.
«Esto no es espontáneo», aseguró. «Esto es una operación política, con intencionalidad política. Todos pensamos que esto iba a empezar más adelante, eso sí que nos sorprende», un dardo claro a Víctor Font y al propio Roures, señalado frecuentemente como posible mecenas de la candidatura.
El Barça, a la espera
En el club se mantiene la preocupación por la reputación de Josep Maria Bartomeu en redes sociales. «Si es cierto, es una auténtica chapuza», decía un directivo consultado por este medio. En el caso azulgrana al menos se pudo esclarecer que la entidad pagó alrededor de 1 millón de euros por los servicios pactados a través de diversos contratos inferiores a 200.000 euros para evitar los organismos de control interno.
La junta directiva espera a la reunión que se mantendrá este viernes y en que están sobre la mesa desde un escenario de normalidad hasta una dimisión en masa de varios directivos. Hasta que el conjunto no mueva ficha, Roures y compañía mantendrán el pie en el freno.