La banca supera en 80.000 millones a las energéticas tras el sorpasso de Santander a Iberdrola y las subidas de tipos

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, y Ana Botín, presidenta del Banco Santander

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La gran banca española ha tomado ventaja sobre las energéticas del Ibex 35 en los últimos años. El ciclo de subidas de tipos y la normalización de los precios energéticos tras la guerra de Ucrania ha impulsado a los cuatro grandes bancos del país, con Santander a la cabeza, que ya aventajan en más de 80.000 millones de valor a las energéticas de mayor capitalización del Ibex 35, lideradas por Iberdrola.

El banco que preside Ana Botín se ha catapultado como la segunda empresa de mayor capitalización de la Bolsa española, solo por detrás de la multinacional textil de Amancio Ortega, Inditex.

Santander se ha revalorizado así hasta los 94.000 millones de euros al calor de los buenos resultados cosechados, logrando quitarle el puesto a Iberdrola en el top 2 de las empresas cotizadas del país.

A cierre de 2024, la entidad obtuvo un beneficio histórico de 12.574 millones, un 14% más que el año anterior gracias al empuje del negocio en todas las regiones donde opera, con especial contribución de España.

La compañía ha doblado su valor prácticamente desde el año 2022, cuando los bancos centrales comenzaron a subir los tipos de interés para tratar de aplacar la inflación en Europa y Estados Unidos.

Tanto la Reserva Federal (Fed) como el Banco Central Europeo (BCE) subieron los tipos del 0,25% al 5,25%, y del 0% al 4,25%, respectivamente, con el encarecimiento a la financiación que ha supuesto para la economía hasta hace poco. Así, en verano de 2024 comenzó el ciclo de recortes en junio de 2024, si bien de manera mucho más lenta.

BBVA es el segundo mayor banco y otro de los que se ha beneficiado en gran medida por la política económica de los últimos dos años y medio. De este modo, la entidad que preside Carlos Torres roza actualmente los 76.000 millones de euros de capitalización, frente a los 34.000 millones que registraba en 2022.

Por su parte, CaixaBank ha pasado de valer unos 30.000 millones a los 50.300 millones que actualmente cotiza. La otra entidad catalana que pertenece al grupo selecto de los mayores bancos del país es Sabadell, en pleno proceso de opa por el BBVA y habiendo devuelto su sede a Cataluña.

El banco que lidera Josep Oliu cuenta con una capitalización de 14.600 millones de euros, frente a los 5.000 millones que registraba al cierre de 2022.

Iberdrola se apoya en las redes y en su expansión internacional

En el lado de las energéticas, la normalización de precios y la idiosincrasia de cada una de las compañías ha permitido que el crecimiento sea más moderado que en el sector bancario.

Iberdrola es la gran eléctrica del país con un valor de mercado que ronda los 90.000 millones de euros y un potencial para superar los 100.000 millones según varias casas de análisis. Su capitalización ha aumentado en 20.000 millones desde 2022, año marcado por la guerra entre Ucrania y Rusia.

Su expansión en Reino Unido y Estados Unidos, así como su apuesta por el negocio de las redes eléctricas han impulsado el valor de la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán.

La segunda mayor eléctrica española, aunque en manos italianas, ha aumentado su valor a un menor ritmo y queda lejos de su principal rival. Endesa capitaliza actualmente 23.200 millones de euros, frente a los 18.600 millones que marcaba en 2022.

La compañía anunció un plan de inversión récord para los próximos dos años, con el foco puesto en las redes de distribución eléctrica y reduciendo su exposición a las renovables.

Respecto a Naturgy, la gasista que lidera Francisco Reynés ha variado poco su valor en los últimos años, valiendo 1.000 millones más en la actualidad que en 2022. Con unos precios del gas más estables, la energética ha crecido de manera

Además, la compañía está inmersa en un proceso de auto-opa con el que compensar a sus grandes accionistas (Criteria, CVC, GIP e IFM), que reducirán sus participaciones de manera igualitaria para aumentar el capital flotante. La operación dejará el terreno libre a una posible gran operación, tras el fracaso de la opa de Taqa.

En cuanto a Repsol, la petrolera es la que más está sufriendo el cambio de paradigma energético a nivel global. La transición de la compañía hacia un negocio menos contaminante, con apuestas aún poco maduras como el hidrógeno, hace que el mercado no vea el mismo potencial que en otras empresas.

La firma que dirige Josu Jon Imaz vale ahora 13.300 millones de euros, frente a los 20.4000 millones que registró al cierre del año 2022. Una pérdida de valor paralela a la caída de los beneficios por los menores márgenes del refino.

Para compensar a sus accionistas, la compañía sigue aumentando el dividendo a niveles récord, que se suman a la recompras de acciones de 700 millones anunciada.

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