Atlantia apremia a ACS a emprender nuevos proyectos en Abertis
Pese a la reciente emisión de deuda, Altlantia quiere que Abertis integre las competencias de la concesionaria de Florentino Pérez
Altlantia, la concesionaria italiana copropietaria de Abertis, ve prioritario potenciar el crecimiento de esta a través del desarrollo de nuevos proyectos, pese a haber aumentado hace poco la deuda de la concesionaria española con la emisión de bonos por 3.000 millones de euros, lo que reduce las posibilidades de crecimiento.
Los italianos esperan que los nuevos planes de Abertis integren competencias de ACS/Hochtief, filial alemana de su socio de compra, la concesionaria ACS, propiedad de Florentino Pérez. Según Giovanni Castellucci, consejero delegado de Atlantia, Abertis debe además potenciar su eficiencia en la organización y la creación de sinergias, así como otimizar las inversiones de capital (capex). «Abertis nos da muchas oportunidades de inversión en los países en los que hemos entrado gracias a esta operación, unas oportunidades que no podemos desaprovechar», señaló Castellucci.
El traspaso de la deuda con la que Atlantia y ACS cargaron a Abertis complica las aspiraciones de Castellucci. Actualmente, la concesionaria española ve franqueada su capacidad de inversión por parte de sus dos nuevos propietarios: según fuentes del sector, Abertis no tiene capacidad ni para destinar 5.000 millones de euros a nuevas inversiones.
Atlantia asegura estar ya trazando el plan estratégico de la concesionaria española, y especula con vender aquellos «activos más maduros» que controla la empresa de la familia Benetton en autopistas y peajes, para invertir más capital en otros proyectos. La empresa italiana acaba de aprobar los resultados económicos de 2018, en la que ha participado un 75,54% del capital.
La reciente compra de la operadora de satélites Hispasat por parte de Red Eléctrica Sistemas de Telecomunicaciones (REE) a Abertis, que poseía el 89,68% del capital, ha complacido a Atlantia. La italiana subraya la importancia de haber obtenido las autorizaciones para vender Cellnex e Hispasat, sin haber tenido que ampliar el capital de la empresa. Estas ventas contribuyen a reducir algo de la deuda, pero no a mitigarlo del todo: el fantásma del débito sigue rondando a Abertis.