ACS y Atlantia frenan las inversiones de Abertis
Abertis se endeuda en 3.000 millones más para que ACS y Atlantia amorticen los créditos de la compra, lo que limita el crecimiento de la compañía
La decisión de ACS y Atlantia de traspasar a Abertis la deuda que contrajeron cuando compraron la concesionaria dinamita sus propias opciones de crecimiento. La empresa que dirige José Aljaro cerró este lunes una emisión de bonos de 3.000 millones para pagar a sus accionistas, lo que engorda su ya alta deuda y limita enormemente su capacidad de inversión, con S&P al acecho.
La constructora de Florentino Pérez y el grupo de infraestructuras italiano dirigido por Giovanni Castellucci acordaron comprar conjuntamente Abertis —también con Hochtief, filial alemana de ACS— con un acuerdo que incluía el crecimiento de la concesionaria en todo el mundo, mediante proyectos conjuntos que pudieran incluir también trabajo para las constructoras. Muy bonito sobre el papel, pero que la realidad está dejando en papel mojado.
Abertis no ha abordado nuevas inversiones desde el cambio de manos, que se produjo en otoño de 2018, aunque el periodo no es demasiado largo. ACS y Atlantia han hablado de posibles inversiones que se estarían estudiando, la más importante de 10.000 millones de euros en Estados Unidos. Pero lo cierto es que se está quedando sin margen.
Fuentes del sector explicaron a Economía Digital que Abertis no tiene capacidad para abordar inversiones de ese volumen. Ya no para 10.000 millones, ni siquiera para la mitad. La causa es que su alta deuda no le deja margen y todas las desinversiones —Cellnex e Hispasat— se han destinado a lo mismo que la emisión de bonos: pagar a los accionistas para reducir la deuda de la compra.
La emisión de bonos dispara la deuda de Abertis por encima de los 15.000 millones y le deja sin margen de maniobra
Abertis terminó 2018 con una deuda de más de 12.500 millones de euros, 3,5 veces su ebitda. Aunque la ratio respecto a ebitda bajó, sigue siendo alta. Pero la emisión de bonos de este lunes por 3.000 millones incrementa todavía más el apalancamiento de la empresa que preside Marcelino Fernández Verdes, hombre de confianza de Florentino Pérez, que también es presidente de Hochtief y consejero delegado de ACS.
La emisión de bonos engorda la deuda de Abertis, con lo que la ratio respecto a ebitda escalará hasta 4,4 veces. Si bien las empresas en crecimiento sí que suelen tener ratios tan altas mientras esperan el retorno de sus inversiones —que terminan generando más ebitda—, los 3.000 millones no son para crecer sino para reducir la deuda de Abertis Holdco, la matriz propietaria del 100% de Abertis y que se reparten Atlantia (50% más una acción), ACS (30%) y Hochtief (20% menos una acción).
Abertis Holdco tenía una deuda de 9.800 millones a finales de 2018. Con estos 3.000 millones, podrá reducir casi un tercio de ese pasivo, por lo que los accionistas recuperarán el dinero y se ahorrarán los intereses de esa deuda. En cambio, Abertis sufrirá el efecto contrario: más deuda y más costes financieros.
Abertis tiene las manos atadas
Con la deuda en más de 15.000 millones, el margen de Abertis para inversiones queda muy reducido. La venta de Hispasat por 949 millones de euros tampoco aportará a este capítulo, ya que tiene el mismo destino que los bonos: reducir deuda de la matriz. Por tanto, poco margen tendrá la compañía más allá de las inversiones operativas, ya presupuestadas. Como mucho nuevas inversiones a cambio de extender concesiones, algo que ha hecho en mercados como Francia y Argentina.
Las grandes inversiones suelen financiarse por dos vías: deuda o ampliación de capital, y a veces ambas. La ampliación de capital en Abertis no se contempla, pues exigiría nuevas inyecciones a los socios, cuando la línea tomada es justamente la contraria, la de recuperar la inversión de la compra. ¿Podría endeudarse más? No sería fácil, pues se juega el investment grade.
Mantener el aprobado de las agencias de calificación es vital para las empresas, especialmente para las que tienen una deuda alta, ya que pagan más intereses. Y para Abertis seguir teniendo grado de inversión de Standard & Poor’s es un imperativo. Tiene el compromiso de que así sea y ello condiciona en el endeudamiento, las inversiones e incluso la política de dividendo. Contraer una deuda demasiado alta, que S&P considerase que pone en peligro su rentabilidad, le podría quitar el aprobado, por lo que Abertis no tiene mucho más margen.
Con las opciones de la ampliación de capital y de la deuda limitadas, Abertis difícilmente puede acometer importantes inversiones, y los 10.000 millones de EE.UU. están muy lejos de esa realidad de Abertis. Tendría una tercera opción, la de financiar la operación a cargo del nuevo proyecto, pero estas operaciones suelen requerir de un crédito puente y tampoco escapan de los mil ojos de las agencias de rating.