Argentina se opone a ceder la mayoría de YPF a los acreedores en pleno viaje de Milei a España
Argentina trata de evitar la ejecución de la sentencia del pasado mes de septiembre, por la que fue condenada a pagar 16.100 millones de dólares a los acreedores de YPF.
Mientras el avión presidencial de la República de Argentina cruzaba el Atlántico entre el jueves y el viernes con Javier Milei y su hermana Karina a bordo, rumbo Madrid, los abogados del país presentaron escrito ante la Justicia de Estados Unidos oponiéndose a entregar la mayoría de la petrolera YPF a sus acreedores.
A pesar de las declaraciones del Presidente de Argentina durante la campaña electoral en las que este aseguraba que el país cumpliría con la sentencia del pasado mes de septiembre, en la que la Juez de Nueva York Loretto Preska condenó a la República a pagar 16.100 millones de dólares a los acreedores de YPF, Argentina trata de zafarse.
En su escrito, fechado el 16 de mayo, consultado por este periódico, Argentina advierte a la Juez de Nueva York que acceder a la demanda de los acreedores -recibir como parte del pago de la sentencia la mayoría del capital de la petrolera estatal YPF- sería contrario a las leyes internacionales y también argentinas y estadounidenses.
«Este Tribunal debería desestimar la moción de los demandantes«, dicen los abogados de la República de Argentina en su escrito a la Juez. «La República violaría la Ley de Expropiación de YPF, promulgada por el Congreso argentino en 2012 y aún vigente (…)», subrayan.
Dicha ley argentina declaró expresamente «la expropiación por parte de la República de las acciones de YPF a Repsol una cuestión de interés público y prohíbe su transferencia futura sin el permiso del Congreso Nacional por el voto de las dos terceras partes de sus miembros», explican.
También sostienen que las acciones de YPF «no están ni podrán estar nunca en Estados Unidos (…)», ya que se trata de títulos de la petrolera cotizados en Wall Street a través de custodia, no de forma directa.
Los principales acreedores de YPF, las sociedades de la familia Eskenazi -Petersen Energía Inversora y Petersen Energía, domiciliadas en Madrid– que invirtieron 1.500 millones de euros en la petrolera antes de que esta fuera expropiada a Repsol, consiguieron demandar a Argentina en Estados Unidos al cotizar la compañía también en Wall Street.
Tras la histórica sentencia del pasado mes de septiembre en la que Argentina fue condenada a pagar 16.100 millones a los acreedores, de los que 14.385 millones corresponden a los Eskenazi, el país ha tratado de demorar en lo posible la ejecución de sentencia.
El pasado 1 de abril los Eskenazi requirieron a la Justicia estadounidense que, ante la postura del país de evitar los pagos, se traspasara la propiedad de la mayoría del capital de YPF y cumplir así con parte de la sentencia.
«Este Tribunal no tiene poder para ordenar a la República que viole sus propias leyes», destacan los abogados de Argentina en su reciente escrito al Juzgado de Nueva York.
Además defienden que cumplir con la reclamación de los acreedores sería contraria a la FSIA, la ley estadounidense sobre inversiones estatales extranjeras.
Milei calla y su viaje es denunciado
Javier Milei no se ha referido en su llegada a España al pleito entre Argentina y los acreedores de YPF.
El viernes el Presidente de Argentina, en la presentación de su libro, en plena carga contra el socialismo, indicó que expropiar bienes «está mal», pero no ha hecho ninguna mención expresa al conflicto con la petrolera.
Milei llegó a Madrid el viernes por la mañana a bordo del avión presidencial, en compañía de su hermana Karina.
Por la tarde presentó su libro en la sede del diario La Razón, y hoy sábado estaba prevista una reunión con representantes de la empresa española. El domingo, Milei participará en un acto de Vox en compañía de otros líderes de extrema derecha europeos y americanos.
El viaje de Milei fue denunciado el viernes por el dirigente del Partido Obrero, Gabriel Solano, por el empleo de fondos públicos, se estima medio millón de dólares, en un viaje aparentemente de carácter privado.