Pere Alier (Alier): «Flirteamos con abrir más capacidad papelera en Europa, en EEUU o en Oriente Medio»
La papelera catalana afianza su giro hacia la revalorización de residuos con inversiones millonarias, tras superar un concurso de acreedores
Alier resurge. La histórica papelera catalana fundada en 1832 estuvo a punto de desaparecer hace casi 10 años, después de entrar en concurso de acreedores en 2014 por los efectos de la anterior crisis económica. En 2020, la compañía amortizó su deuda y dio carpetazo al proceso gracias a la inyección de un nuevo socio: los Pereira, una familia de empresarios argentina y clientes de Alier, que se hizo con el 90% del capital la papelera.
Tras los cambios en el equipo directivo, los Alier y los Pereira ha emprendido un nuevo rumbo para la empresa, marcado por importantes inversiones en investigación y desarrollo. Desde 2019, la empresa con sede en Barcelona ha puesto el foco en la revalorización de residuos como papel, plásticos y fibras textiles. Con la materia prima que obtiene, fabrica cartón para un tipo de paneles de yeso empleados en la construcción, así como papel para bolsas y envoltorios dirigidos el comercio.
Pere Alier, director de operaciones de la empresa y miembro de la familia fundadora, explica a Economía Digital los planes de futuro de la compañía, que pasan por buscar nuevas materias primas para sus productos y ampliar su capacidad de fabricación, después de facturar un récord 196 millones de euros en 2022 y de ganar 33,5 millones.
Desde 2019, la empresa está dando un giro hacia la revalorización de residuos para fabricar el papel. ¿Cómo nació este cambio?
Todo viene del cambio en la propiedad y la dirección, que han modificado la forma de enfocar la empresa. La mayoría de las papeleras son un negocio muy conservador, tanto que cuesta mucho hacerlas evolucionar. Los Alier que nos quedamos al frente de la empresa después de la crisis veníamos de diferentes sectores y la familia Pereira tampoco vienen del mundo del papel, sino de la placa y de la construcción. Tienen un importante espíritu emprendedor en la sangre, lo que ha ocasionado que hiciéramos cosas realmente atrevidas en una combinación de querer apostar por la innovación y por el conocimiento.
En este sentido, hemos crecido un montón en estos últimos años. El departamento de I+D es un departamento de nueva creación. Siempre habíamos tenido recursos, asesores externos e internos y gente que sabe mucho de papel, pero, departamentos que estén mirando más allá del día a día, era una vertiente que no se había explotado en la historia de Alier. En cambio, ahora es el nuestro, es nuestro punto fuerte.
Aproximadamente, ¿cuánto invertís en I+D al año y a cuánto queréis llegar?
Anualmente, más o menos, estemos invirtiendo del orden de 4 o 5 millones de euros y, además, con crecimiento. Queremos llegar a los 15 a 20 millones de euros de inversión anual en 2030, porque es lo que nos está dando mejores resultados: la investigación y desarrollo de nuevos productos.
Un de estos nuevos productos son las bolsas para retail hechas con residuos textiles reciclados. ¿Cuánto habéis invertido?
Sí, las bolsas con fibra textil de algodón son un ejemplo. Hemos invertido en este proyecto unos 3 millones de euros. Han sido unas inversiones para darnos fortaleza. En el laboratorio estuvimos viendo las posibilidades de refinar estas fibras, tal y como refinamos las del papel, en qué punto del circuito podíamos llegar a ponerlas, en qué porcentajes… Ahora estamos más o menos en un 10%, pero el 15% ya estamos llegando. Aparte de la bolsa con fibras textil, por ejemplo, hemos llegado a ponerlas en nuestra placa de cartón yeso, incluso podríamos usar el residuo de algodón en el mundo de la construcción, sin ningún tipo de dificultad, porque las características de nuestro papel cumplen.
¿Tenéis socios entre los grandes grupos textiles?
Estemos en contacto con grandes grupos, con Inditex, H&M, Mango… Todos tienen los mismos problemas con los residuos textiles. Interesados diría que todo el sector industrial. Empezamos a hablar con estos grupos por si podían estar interesados en el papel de Alier. Alguno de ellos ya habían comprado en el pasado bolsas nuestras a través de fabricantes de bolsas que son clientes nuestros, pero cuando entramos en crisis, nos centramos en el mercado del cartón yeso porque es un nicho en el que somos más fuertes. Seguro que a través de algunos de los grandes bolseros estamos haciendo bolsas por alguno de estos clientes. Ahora podemos crear sinergias con sus residuos textiles.
Expansión nacional e internacional
Todas estas inversiones, ¿se traducirán en un incremento de la plantilla y en más mercados?
En los últimos años, hemos crecido mucho nuestra plantilla. Cuando yo entré en 2014-2015, debíamos de ser unas 140 personas, y ahora estamos a 252. Hemos crecido bastante, pero todavía no hemos hecho un gran desarrollo. Estamos flirteando con abrir más capacidad papelera, lo que quiere decir algunas líneas más de papel, lo que significa sites nuevos. Un principal, más cercano, podría estar aquí, en Europa, pero también estamos viendo si abrimos una línea en Estados Unidos o una en Oriente Medio, donde tenemos muchos clientes. Si podemos dar un salto de esta magnitud nos doblaremos.
¿Cuándo podríamos ver esta expansión?
Lo empezamos a valorar ya hará un par de años, pero ahora las condiciones del mercado son muy distintas, el 2023 ha sido difícil para las papeleras. Sin embargo, pensamos que, en los momentos en que hay una bajada y tienes capacidad, tienes que apostar y empezar a generar, para que, en el momento que esté la subida, estés preparado y poderlo lanzar. No diría que todo esto sea en los próximos tres meses, pero quizás dentro de los próximos seis.
¿En qué otros proyectos estáis invirtiendo?
Estamos desarrollando fórmulas para salvar plásticos, sobre todo de tetrabriks. Hace años que lo utilizamos, pero tiene un hándicap: entre el 25% y un 30%, son residuos, plástico y aluminio. El departamento de I+D está trabajando en darle salida a este producto. Estamos metidos en una inversión muy importante en los próximos años. Este año hemos iniciado una inversión de 14 millones de euros para abrir dos líneas para generar granza de este producto en nuestra fábrica de Rosselló.
Y en los próximos dos años, hacia finales de 2025, habrá dos líneas más y más capacidad de tratamiento de las fibras, o sea, no solo de plástico, sino también necesitaríamos más capacidad de fibras. Los 14 millones ya están comprometidos, y el resto de inversión acabará siendo otros 22 millones de euros para acabar de generar este proyecto, por lo que en total serán 36 millones. Con todo esto seguramente contrataremos a unas 30 o 40 personas y conseguiremos salvar 30.000 toneladas de plástico que volveremos a poder poner en el mercado.
Habrá que buscar talento, ¿no?
Exacto, vamos a por el conocimiento y a por los jóvenes. Al ver el negocio desde esta manera tan activa, tan proactiva, somos mucho más atractivos a la generación más jóven, a la gente que está saliendo de la universidad. Hoy tenemos aportación de gente que está haciendo el máster dual en la Universidad de Lleida. Cada año, acabamos sacando 3 o 4 posiciones en el máster papelero.
«Invertiremos 36 millones para poder salvar 30.000 toneladas de plástico que volveremos a poder poner en el mercado»
Pere Alier
Decía que 2023 no ha sido un año fácil para el sector, ¿cómo lo valoráis? ¿Cómo han evolucionado los resultados?
Estamos acabando de cerrar los números. El año 2023 está siendo un año duro para las papeleras, sobre todo para las que se dedican al packaging por la caída del consumo. Afortunadamente, principalmente estamos en el mundo de la construcción, donde existe recesión, pero no a nivel mundial. No ha sido el mejor año de nuestra existencia, el 2023, pero es un año verde y no puede decirlo todo el mundo. Están cerrando plantas a lo largo de Europa, pero nosotros tenemos mucha presencia en otros mercados, lo que da estabilidad. Lo cierto es que tenemos un mix bastante abierto y cuando un mercado flojea, otro puede repuntar. No está siendo como el 2022, que fue muy bueno, pero está siendo un año tranquilo. Estamos aprovechando esta tranquilidad para intentar girar y esperamos que el 2024 sea un año al estilo del 2022.
¿Qué presencia tenéis fuera de España y cuáles son los principales mercados?
Exportamos alrededor del 80% de la producción, con presencia en unos treinta países. Extremo Oriente es un buen cliente nuestro. Allí las crisis europeas no afectan casi nada, la americana poco y a China la miran por encima, por lo que da esa estabilidad de la que hablaba. Sudamérica también es un buen cliente nuestro y estamos en Estados Unidos y en Asia, sobre todo en la India, y en el norte de África.