Alcampo da un golpe de efecto en su marca blanca y lanza más de 500 productos
Durante el último año, Alcampo ha cambiado su estrategia en una gran apuesta por los productos de su propia marca
En un contexto marcado por la búsqueda de precios más competitivos y una creciente demanda de productos de buena calidad a bajo coste, Alcampo ha dado un paso firme en su estrategia comercial apostando decididamente por el crecimiento de su marca blanca. Un cambio de orientación en la estrategia en la que la marca propio de Alcampo se ha multiplicado en sus lineales.
Y es que en menos de doce meses, la cadena de supermercados ha ampliado su surtido de productos propios en más de 500 referencias, consolidando así una oferta alternativa a las marcas tradicionales sin renunciar a la calidad. Un hecho que obedece a un movimiento estratégico que, desde Alcampo, explican basándose en varios factores fundamentales.
Una expansión que toma en cuenta los hábitos de los consumidores
Este movimiento estratégico responde al cambio de comportamiento de los consumidores, quienes, especialmente tras la subida generalizada de los precios de la alimentación, buscan fórmulas para llenar el carrito de la compra sin que se resienta su bolsillo. Alcampo ha detectado esta necesidad y ha decidido poner el foco en su marca de distribuidor, ampliando y diversificando su catálogo hasta cubrir prácticamente todas las secciones del supermercado.
Una ampliación que, además, no se ha limitado a productos básicos. Alcampo ha incorporado nuevas referencias en categorías como alimentación, droguería, higiene, bebidas, productos ecológicos e incluso platos preparados. El objetivo es claro: que el cliente pueda hacer toda su compra confiando en los productos de marca propia sin perder variedad ni calidad.
En este sentido, la compañía ha señalado que no solo busca competir en precio, sino también en valor añadido. Cada nuevo producto de marca blanca que se lanza al mercado ha pasado por estrictos controles de calidad, lo que permite mantener los estándares exigidos por el consumidor moderno, que es cada vez más exigente, informado y consciente.
La nueva apuesta de Alcampo afecta directamente al bolsillo de sus clientes
Uno de los grandes atractivos de la marca blanca es, sin duda, el precio. Los productos de marca propia de Alcampo pueden llegar a ser entre un 20% y un 40% más baratos que sus equivalentes de marcas reconocidas, lo que supone un ahorro significativo en la cesta de la compra. Sin embargo, desde la compañía insisten en que este ajuste de precios no va en detrimento de la calidad.
Esto se debe a que el modelo de marca blanca de Alcampo se basa en una estrecha colaboración con fabricantes nacionales e internacionales que producen bajo especificaciones propias de la cadena. Esta fórmula garantiza productos con buena materia prima, procesos de elaboración controlados y una presentación cuidada, todo ello bajo la premisa del ahorro para el cliente final.
El nuevo enfoque en el etiquetado, clave en el cambio de estrategia
No obstante, además de ampliar el surtido, Alcampo también ha renovado el diseño y presentación de sus productos de marca propia. Los nuevos envases presentan un diseño más limpio, atractivo y moderno, y muchas de las etiquetas aportan información más clara sobre ingredientes, origen, valores nutricionales o métodos de producción.
Una renovación que responde a la intención de transmitir transparencia y confianza. Alcampo quiere que sus marcas propias no solo sean una opción más barata, sino también una elección informada y de confianza para el consumidor, especialmente en una época en la que el impacto ambiental y la trazabilidad de los productos están cada vez más presentes en las decisiones de compra.