Saltan las alarmas en Renfe: los usuarios cada vez valoran mejor Ouigo e Iryo

Renfe debe exprimirse al máximo si quiere mantenerse como líder en el mercado de la alta velocidad ferroviaria. Hasta ahora dominaba como consecuencia de su monopolio natural. Con la irrupción de Ouigo e Iryo la situación ha cambiado. Así lo reflejan los usuarios.

Según el último Panel de Hogares publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), los usuarios cada vez están más satisfechos con los servicios de los competidores del AVE de Renfe.

Los resultados que arroja la megaencuesta del organismo presidido por Cani Fernández, en los principales indicadores de satisfacción son preocupantes para Renfe. Sobre todo, en el apartado ‘Muy satisfecho’.

En cuanto al precio, hay un mayor volumen de usuarios que dar mayor valoración a las empresas de bajo coste como Ouigo e Iryo. Lo mismo sucede con la frecuencia de los trenes y la comodidad.

El único punto donde Renfe se mantiene con la mejor valoración por encima del bajo coste en los principales indicadores es en la frecuencia de los trenes. Aunque la pelea seguirá viva.

Cada vez más pasajeros

Iryo y Ouigo han arrebatado a la ferroviaria que preside Raül Blanco un 45% de la cuota en el corredor Madrid-Barcelona: Renfe se hace con un 55% (agrupando los productos Ave y Avlo) frente al 24% de Iryo y el 21% de Ouigo.

Renfe se hizo con un 49% de la cuota en el corredor Madrid-Valencia y con un 76% en el de Madrid-Alicante, mientras que en los corredores de Andalucía, la italiana Iryo atrajo el 20% de los pasajeros en su primer trimestre de operación.

La competencia se refleja en los números

Esta competencia se refleja —y más lo hará en el futuro— en las cifra de negocio. Renfe Viajeros, la división del grupo dedicada al transporte de pasajeros, anotó unos números rojos de 51 M€ en 2022 por los últimos coletazos de la pandemia y la subida de la factura eléctrica, según las cuentas depositados en su página web.

Al resultado negativo de Renfe Viajeros se suma el de Ouigo, que ahondó en sus pérdidas en su segundo año de actividad, después de estrenar la liberalización de la alta velocidad en España en mayo de 2021. La filial del grupo francés SNCF más que duplicó su facturación hasta los 106 M€ en 2022, pero perdió 5 M€ más que en 2021, quedándose con unos números rojos de 36,6 millones.

Iryo, por su parte, que no empezó a operar en la línea Madrid-Barcelona hasta el 26 de noviembre de 2022 y en el Madrid-Valencia hasta diciembre, facturó en este mes de actividad 4,8 millones. En 2022, la empresa participada por Trenitalia, Air Nostrum y Globalvía perdió 25 M€ por los costes incurridos y por la puesta en marcha de todo el proyecto en España.

Se nota en el precio

Un informe reciente de Trainline revela que la liberalización del sector, iniciada en 2021, ha propiciado descensos significativos, siendo Madrid-Barcelona la ruta más destacada con una caída del 65% desde 2019.

Según el estudio, el precio medio de un billete en la ruta Madrid-Barcelona ahora se sitúa en unos asequibles 35€, marcando una disminución del 22% en comparación con el año anterior. Este fenómeno se extiende a otras rutas de alta velocidad en las que múltiples operadores compiten, como Madrid-Alicante, que experimenta una reducción del 47%, con un precio medio de 29€.

La tendencia se refleja, igualmente, en las conexiones entre Madrid y Valencia, donde los billetes han bajado un 44%, con un costo medio de 23€.

En el caso de las rutas que conectan con Andalucía, los trenes a Málaga son un 37% más baratos, con un precio medio de 44€, mientras que Sevilla y Córdoba experimentan una disminución del 35%, situando el costo medio en 42 y 37 euros, respectivamente. La ruptura del monopolio de Renfe en el transporte de pasajeros, unida a la relajación de las medidas contra la pandemia, ha propiciado un notable aumento en el número de pasajeros en las rutas abiertas a la competencia.

La conexión Madrid-Alicante ha registrado un aumento impresionante, multiplicando por seis la cifra del año anterior. Además, Madrid-Valencia ha experimentado un aumento de cinco veces en la afluencia de pasajeros, mientras que Madrid-Málaga, Madrid-Sevilla y Madrid-Barcelona triplican la afluencia de personas.