Ninguna aerolínea de la UE opera el modelo de avión de Boeing que perdió una ventana
La Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea asegura que los Boeing 737-9 MAX utilizados por las compañías comunitarias tienen configuraciones distintas al accidentado
Las aerolíneas europeas no operan el mismo modelo de Boeing que perdió una ventana y parte del fuselaje en pleno vuelo de Alaska Airlines. Según ha señalado en un comunicado la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA, por sus siglas en inglés), los aviones Boeing 737-9 MAX que utilizan las compañías de la Unión Europea no tienen la configuración específica del modelo accidentado, por lo que se descartan incidentes similares.
El pasado viernes, un Boeing 737-9 MAX despegó del aeropuerto de Portland (Estados Unidos) con 171 pasajeros y seis miembros de la tripulación abordo con destino al aeropuerto internacional de Ontario, en California. Media hora después de su salida, la nave operada por la compañía americana tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia después que una de las ventanas explotara, causando un agujero en el avión.
Tras el incidente, la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos emitió una directiva de Aeronavegabilidad de Emergencia (EAD) por la cual obliga a los operadores a inspeccionar las aeronaves que tengan una configuración similar al Boeing accidentado antes de realizar nuevos vuelos.
La agencia europea ha adoptado la medida, pero ha asegurado que ninguna compañía comunitaria comparte características con la nave dañada. En la configuración específica cubierta por la directiva de Aeronavegabilidad de Emergencia de EE.UU, los aviones tiene un panel enchufable en vez de una salida en el centro de la cabina del avión. Esta configuración suele ser adoptada por las aerolíneas que vuelan en operaciones con menor capacidad de pasajeros, donde esta salida adicional no es necesaria para cumplir con los requisitos de seguridad de evacuación.
Los 737-9 de Boeing que se utilizan en Europa no tienen esta configuración y, por lo tanto, «pueden seguir operando normalmente», según la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea. En cualquier caso, la EASA se mantiene en contacto con su homólogo estadounidense sobre este caso y seguirá de cerca la investigación sobre el incidente de Alaska Airlines.
En total, la directiva de la FAA ha dejado en tierra a 171 aviones, de los cuales 65 son de Alaska Airlines. La compañía aérea ya ha vuelto a poner en servicio una veintena de naves, después de su revisión.
Aparte de Alaska, otras firmas como United, la panameña COPA, Turkish Airlines, Aeroméxico o Fly Dubai han cancelado vuelos para asegurarse que sus Boeing 737-9 MAX se encuentran en buen estado.
Las acciones del gigante aeronáutico se han desplomado este lunes en bolsa, la primera jornada después del accidente, por la crisis de fiabilidad de sus aviones que ha desatado. Concretamente, los títulos de la compañía que cotizan en la Bolsa de Fráncfort han caído hasta un 7%.