Las acciones de lealtad pasan sin pena ni gloria por el Ibex: ni los Del Pino ni los Entrecanales las usan
Solo cuatro empresas cotizadas hasta el momento han hecho uso de las acciones de lealtad.
Las acciones de lealtad, la medida que, según se publicó hace tres años, iba a revolucionar la Bolsa afectando a la composición de los consejos de administración de las compañías cotizadas españolas, está pasando sin pena ni gloria por el Ibex. Ni siquiera las familias Del Pino (Ferrovial) y Entrecanales (Acciona) han hecho uso de ellas.
La medida fue aprobada en Consejo de Ministros en julio de 2020, modificándose la Ley de Sociedades de Capital a través de un Proyecto de Ley para la mejora del gobierno corporativo, y entró en vigor en abril de 2021, cuando fue publicada en el BOE.
El expresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Sebastián Albella, defendió su aprobación ante la vicepresidenta Nadia Calviño, pese a que otras instituciones, como el Banco de España, mostraron ciertas reticencias.
La herramienta duplica el poder de voto de los accionistas que lo hubieran solicitado, con los mismos derechos económicos, aprobado en Junta, y que cumplan una permanencia en el capital de al menos dos años.
La norma persigue desincentivar las inversiones a corto plazo y premiar la permanencia de los accionistas más fieles, en un contexto en el que la Bolsa española no logra incorporar nuevos actores relevantes y en el que, año tras año, se suceden las exclusiones de empresas cotizadas.
A pesar de las bondades que conllevaría la aplicación de la medida, de momento solo cuatro cotizadas españolas han accedido a ella. De acuerdo a los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, consultados por este diario, solo Audax, Artificial Intelligence Structures, Grenergy Renovable y Orizon Genomics han inscrito sus programas de acciones de lealtad.
«Los inversores institucionales son reacios a su empleo, a romper el principio de una acción un voto», indica Javier García de Enterría, de Clifford Chance.
Las grandes multinacionales familiares españolas, las que en principio más se iban a beneficiar de la medida, han optado por no hacer uso de ellas. La familia Del Pino en Ferrovial y los Entrecanales en Acciona no han registrado programa alguno de este tipo y, según fuentes consultadas en las compañías por este diario, no tienen previsto hacerlo. Tampoco los Grifols o los Ribera (Gestamp) las han activado.
«En el caso de las grandes cotizadas, los inversores institucionales son reacios a su empleo, a romper el principio de una acción un voto», considera Javier García de Enterría, Catedrático en Derecho Mercantil y abogado en Clifford Chance. Y en los casos de multinacionales españolas familiares, apunta el experto, los accionistas de control ya poseen el suficiente número de acciones y no requieren activar el mecanismo (el caso de Inditex, con Amancio Ortega con el 59,3% del capital, es el más claro).
García de Enterría señala que otros países, como Italia, también han aprobado las acciones de lealtad, pero que tampoco la medida ha calado en ese mercado. «En Reino Unido se están analizando otros formatos, y también existe debate en Estados Unidos al respecto», añade.
El exprimer ministro italiano, Silvio Berlusconi, fue el primero en emplearlas, en el año 2019, en Holanda, tras la fusión de Mediaset Italia y Mediaset España en la sociedad holandesa MFE, para blindar su participación frente al interés del grupo Vivendi.
Acciones de lealtad, CNMV y Banco de España
«El objetivo era que las empresas españolas tuvieran los mismos instrumentos que en otros países y favorecer la toma de decisiones para eventuales salidas a Bolsa, especialmente de empresas familiares», comentan fuentes consultadas en la CNMV.
«Tampoco estaba previsto que la adoptaran muchas empresas, Albella ya indicó varias veces que seguramente sería una excepción«, añaden.
Durante la tramitación de la aprobación de la norma, Banco de España mostró reticencias y advirtió que, los potenciales beneficios que pudieran esgrimirse a favor de la misma «no son evidentes», mientras que los inconvenientes «que su introducción puede conllevar se aprecian con una mayor facilidad», y llamó la atención en particular sobre su efecto en las entidades financieras cotizadas.