Acciona Energía pagará más de 158 millones en dividendos, a 0,48 euros por acción
En su junta de accionistas, el consejero delegado, Rafael Mateo, ha señalado que Acciona apuesta por un "crecimiento sostenible a largo plazo"
Acciona Energía pagará un dividendo de 0,48 euros por acción el próximo 20 de junio, lo que supondrá más de 158 millones de euros, con cargo al resultado del ejercicio contable de 2023 de la compañía. Esta cantidad ha sido aprobada por la junta general de accionistas de la compañía, en la que el consejero delegado, Rafael Mateo, ha apostado por un «crecimiento sostenible a largo plazo», según señala Europa Press.
Durante su intervención en la junta, Mateo ha señalado la importancia de preservar la «fortaleza financiera», a la vez que ha resaltado que la compañía «supo hacer frente a las condiciones del mercado global de la electricidad limpia», con un entorno geopolítico incierto, normalización a la baja de los precios, marcos regulatorios cambiantes en varios países y costes de capital al alza, y está «afrontando el 2024 más adaptada al entorno actual del sector».
«El potencial y el valor fundamental de la compañía sigue intacto. Nuestros activos operativos son irreplicables, y serán vitales para satisfacer la ingente demanda de electricidad asociada a la neutralidad en carbono y a la revolución digital», ha afirmado el director ejecutivo de Acciona Energía.
Repunte de la demanda de electricidad a medio plazo
Además, Mateo ha explicado que el precio de los futuros de electricidad comienza a recuperarse, que los mercados anticipan una bajada de tipos, y que los analistas esperan un repunte de la demanda de electricidad a medio plazo por factores como la electrificación del transporte, la industria, el ‘Big Data’, la inteligencia artificial o el hidrógeno verde.
«En este entorno, vemos una gran oportunidad para crear valor como desarrolladores de nuevos activos, desde su fase más inicial hasta la operación final, respaldados por más de 30 años de trayectoria y alcance global», ha añadido el consejero delegado.
A este respecto, Mateo ha destacado que, el pasado año 2023, la compañía alcanzó un «crecimiento extraordinario», al instalar 1,7 Gigavatios (GW) de nueva potencia, «cifra que triplica el crecimiento medio de los últimos años».
Inversiones en India y Canadá
Cabe recordar que durante el pasado ejercicio Acciona Energía amplió sus inversiones en India y Canadá, al tiempo que puso en marcha el primer parque eólico en Perú, inició la construcción de una planta de biomasa en Logrosán (Cáceres) y finalizó la primera hibridación en España. Además, la empresa española avanzó en la construcción en MacIntyre, el mayor complejo eólico de Australia.
En esta línea, Mateo ha indicado que en este año 2024 la compañía seguirá comprometida con el crecimiento sostenible a largo plazo, con un ritmo de instalación de megavatios similar al de 2023, e identificó Australia, el Sudeste Asiático, Sudáfrica y República Dominicana como mercados de crecimiento.
Además, el directivo de Acciona Energía también destacó la expansión de la compañía hacia nuevas actividades de negocio, como la comercialización de electricidad limpia para pymes en España y Portugal, donde ya cuenta con 23.000 contratos, o el desarrollo de la unidad de Servicios Energéticos, que ofrece productos de eficiencia energética, certificados de ahorro energéticos, recarga de vehículos eléctricos y autoconsumo para pymes y particulares.
Nuevas líneas de negocio
En cuanto a estas nuevas líneas de negocio, Mateo ha explicado que, basadas en la digitalización, buscan «vender energía más como un servicio que como un producto, capturando más valor, fidelizando a nuestros clientes y ampliando nuestro elemento diferencial».
«Dependemos de nuestra base de activos operativos para seguir invirtiendo y contribuyendo a la causa climática», ha sentenciado Rafael Mateo en otro momento de su discurso.
De esta manera, el máximo representante de la empresa ha llegado a afirmar que «es esencial» que estos activos que estén respaldados por la regulación y acompañados por la electrificación y el desarrollo de la infraestructura necesaria para evitar nuevas distorsiones de mercado, como los vertidos o la canibalización, producto de una inadecuada planificación.
Por último, Mateo ha concluido que «se equivoca quien entiende la transición energética como una carrera de volumen de generación», para después apuntar que «la entrada de nueva generación renovable debería ocurrir solo si va acompañada del fomento y adaptación de la demanda hacia una mayor electrificación».