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Abertis ultima la compra de la autopista de ACS en Texas con la vista en Puerto Rico
La concesionaria controlada por Florentino Pérez y los Benetton afronta un otoño clave con operaciones en el horizonte por 3.000 millones de euros
Abertis entra en otoño con trabajo para completar los deberes que se encargó hace unos meses, cuando se propuso crecer con nuevas concesiones. En las próximas dos semanas está previsto que cierre la compra de la autopista tejana de ACS, operación pactada en julio, aunque el premio gordo se espera para octubre, cuando Puerto Rico decide quien gestionará cuatro autopistas del país.
De estas operaciones –la primera de las cuales, está asegurada–, que suman unos 3.000 millones de euros, dependerá que la compañía controlada por Florentino Pérez a través de ACS y Hochtief y la familia Benetton con Mundys (la antigua Atlantia) entre en 2024 con una perspectiva aún más compradora o, por lo contrario, opte por un perfil financiero más prudente.
La concesionaria que dirige José Aljaro cerrará a finales de septiembre o inicios de octubre la compra del 56% de la autopista SH-288 de Houston, Estados Unidos, a Iridium, filial de ACS. El precio no trascendió, pero hace solo unos días, Iridium llegó al 100% del accionariado al comprar el 21,6% que le quedaba a su socio, BTG, por 410,7 millones de dólares. Ese precio valora la concesionaria en 1.900 millones de dólares, por lo que el 56% serían 1.064 millones de dólares, que en euros serían 998 millones.
Florentino Pérez y los Benetton dotaron con una caja total de 5.000 millones de euros a Abertis para crecer, parte de lo cual ya ha invertido en renovaciones de contrato. Pero le queda margen y pese a los 1.000 millones estimados de la autopista de Texas, aun cuenta con liquidez para seguir comprando y está analizando opciones en América, Grecia, Australia y la India.
La que está más adelantada, y de hecho está a las puertas del dictamen de la licitación, es el concurso por cuatro autopistas en Puerto Rico, operación valorada en 2.000 millones de euros. Abertis tendrá que competir con la también española Sacyr, que está apostando por el negocio de las concesiones para diversificar.
Esta operación cumpliría uno de los grandes objetivos de la empresa de origen catalán presidida por Juan Santamaría, también CEO de ACS: ganar volumen en los mercados donde ya está presente, pero en los que tiene potencial de crecimiento, pues ya conoce las regulaciones y los reguladores y puede aprovechar las sinergias.
La deuda, el elefante en la habitación de Abertis
Si le sale bien la apuesta, tendrá que desembolsar unos 3.000 millones de euros y el margen para seguir en expansión se le reducirá, a la vez que la sed de crecimiento se habrá visto algo saciada, si bien sigue explorando procesos. Si no sale, tendrá aún más potencial para seguir licitando por autopistas en numerosos mercados.
De como entre en 2024 dependerá las decisiones que tomen Santamaría y Aljaro en cuanto a la deuda. El CEO de Abertis tiene un perfil muy financiero y no se siente cómodo con una deuda que supera los 22.000 millones de euros, pero reducirla mientras se apuesta por el crecimiento es casi misión imposible.
Pese a ello, el año que viene, Abertis afronta vencimientos de deuda por 2.159 millones –que no son nada comparados con los 4.154 y los 3.752 millones de 2025 y 2026 respectivamente–, que puede optar por retornar, y reducir así su apalancamiento, o refinanciar. Con el modo compra activado, podrían refinanciar, pero los tipos de interés no invitan a ello, pues se encarecerá el coste de la deuda.