Yolanda Díaz critica la fiscalidad del SMI: «Lo sensato sería resolverlo dentro del Gobierno»
La ministra de Trabajo muestra su disposición retirar la iniciativa de Sumar de la Cámara Baja para que el SMI quede exento de tributación si se alcanza un acuerdo dentro del Gobierno
Archivo – La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha expresado su preocupación por la gestión de la fiscalidad del salario mínimo interprofesional (SMI). «Lo sensato sería resolverlo dentro del Gobierno, no en el Congreso», ha declarado en una entrevista con TVE.
Ante la posible calificación de tres propuestas separadas por Sumar, PP y Podemos para eximir de tributación al SMI, la ministra ha sugerido que un acuerdo gubernamental sería más adecuado.
Además, Díaz reveló haberse enterado por los medios de planes de Hacienda sobre el IRPF del SMI, una situación que calificó de inadecuada. «El Gobierno debe estar coordinado y las decisiones se deberían comunicar internamente antes de llegar a la prensa», ha subrayado.
Discrepancias con Montero
Díaz ha continuado destacando cómo se había sorprendido al descubrir que la carga tributaria del SMI había sido modificada sin un consenso visible dentro del Gobierno. La ministra ha criticado actuación de Hacienda, la cual inicialmente minimizó el impacto fiscal del cambio antes de admitir un efecto mucho mayor.
Según la vicepresidenta, la modificación beneficia desproporcionadamente a empresas energéticas a través de políticas fiscales que considera regresivas. «Es crucial que la reforma fiscal sea integral, no solo parches para reaccionar a situaciones políticas puntuales», ha enfatizado Díaz y ha mencionado su esfuerzo por una negociación que suba las rentas del capital como evidencia de un verdadero compromiso progresista.
La ministra de Trabajo ha concluido reafirmando la importancia de políticas fiscales equitativas y progresivas que reflejen los valores de la izquierda, criticando las actuales políticas que favorecen a las grandes corporaciones y rentistas sobre los ciudadanos con menos recursos y autonomía económica.