Yolanda Díaz reabre la reforma laboral tras tres años sin datos de los fijos discontinuos

El Gobierno se comprometió a desglosar aquellos fijos discontinuos en periodo de inactividad antes de las elecciones de 2023, pero después alegó dificultades técnicas

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, acompañada por el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey. EFE/ Sergio Pérez

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

La reforma laboral del Gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz buscó atajar la temporalidad de raíz, limitando al máximo las opciones de contratos temporales, convirtiendo la relación indefinida en la predeterminada, y fomentando los contratos fijos discontinuos -una modalidad ya existente- para canalizar las exigencias del tejido productivo de cara a las actividades de temporada.

La reforma laboral, aprobada a finales de 2021 y que entró plenamente en vigor en marzo de 2022, contenía una cláusula para analizar los resultados de esas medidas: una evaluación en enero de 2025 para saber si habían surtido efecto. E incluía el mandato de adoptar medidas adicionales en el supuesto de que se hubiera quedado corta, a negociar con los agentes sociales.

Como informó ECONOMÍA DIGITAL, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo ya está ultimando ese comité de expertos que tendrá que evaluar los efectos de la reforma laboral y ha sondeado a la persona que debería liderar los trabajos.

Menos temporales… más fijos discontinuos

Ahora bien, a pesar de que los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) arrojan que la tasa de temporalidad de nuestro país ha caído desde el 25% del segundo trimestre de 2021 (dato afectado por el COVID-19) y del 26% del mismo periodo de 2019 (antes de la pandemia) hasta el 16%, la reforma laboral de Díaz tiene un debe importante: la falta de transparencia sobre los fijos discontinuos.

La razón es que los fijos discontinuos se dan de alta y de baja en la Seguridad Social conforme se ‘reactivan’ o no para la actividad, como sucede en el caso de la hostelería, el comercio o la educación, tres de los sectores donde predominan estas relaciones contractuales. Pero el Gobierno no ha desglosado cuántos de estos indefinidos (es una de estas modalidades de contrato) se encuentran en periodo de inactividad.

En el caso del paro registrado, la estadística que recoge a las personas apuntadas en las oficinas de empleo, los fijos discontinuos inactivos no cuentan como parados registrados y se incluyen dentro de la categoría de ‘ocupados’ dentro de los demandantes de empleo, un requisito que han de cumplir si quieren cobrar la prestación por desempleo.

Una promesa incumplida

El Gobierno se comprometió a publicar el número de estos trabajadores antes de las elecciones del 23 de julio de 2023, pero después alegó dificultades por los relevos en los Gobiernos autonómicos (son los servicios de empleo regionales quienes registran a los trabajadores) y más tarde reconoció la imposibilidad de depurar completamente estos datos. Unos guarismos que serán claves a la hora de definir medidas adicionales y detectar si las bolsas de temporalidad no se están canalizando mediante esta figura.

De acuerdo con los datos de la Seguridad Social, en enero de 2022, antes de la entrada en vigor por completo de la reforma laboral, había 370.783 trabajadores con un contrato fijo discontinuo. El total en julio de 2024 -salvando las distancias, ya que los meses no son comparables- es de 911.667 afiliados.

Si recurrimos a los datos de la EPA, los fijos discontinuos han pasado de 514.700 en el segundo trimestre de 2022 (en el primero fueron 368.400) a alcanzar un máximo de 790.300 en la última oleada, publicada en julio.

Pero ambas fuentes no explicitan cuál es el número de trabajadores fijos discontinuos inactivos.

Díaz cifró en 55.300 los fijos discontinuos inactivos

En una comparecencia en el Senado en abril, Díaz cifró en 64.100 los trabajadores fijos discontinuos en paro, mientras que los inactivos alcanzaban los 55.300. Ambos datos extraídos de la EPA, como señaló la vicepresidenta.

Pero en una respuesta parlamentaria de febrero de 2023, el Gobierno, recurriendo a los datos del SEPE, aseguró que el número de demandantes de empleo excluidos del paro registrado por ser trabajadores fijos discontinuos en periodo de inactividad había cerrado diciembre en cerca del medio millón: 443.078.

La incógnita sobre los fijos discontinuos hizo que los investigadores de Fedea organizaran un seminario específicamente para detallar una metodología basada en otra fuente de datos más completa para identificar a esta categoría de trabajadores: la Muestra Continua de Vidas Laborales. Según sus conclusiones y basándose en los últimos datos de 2022, el número total de fijos discontinuos (activos e inactivos) a finales de 2022 era de 1,42 millones de trabajadores, de los cuales 518.175 estarían en inactividad.

Está por ver si el comité de expertos, de cara a enero de 2025, da un toque de atención al Gobierno sobre la regulación del contrato fijo discontinuo. De hecho, como advirtió Fedea, puede que la temporalidad haya caído… pero que la precariedad siga ahí.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta