Yolanda Díaz insiste, pero el Gobierno lo desmiente: no hay un problema con los márgenes
Aunque la vicepresidenta justifica los abultados beneficios para aumentar la tributación a las empresas, el Observatorio de Márgenes señala que esto no es un problema: se acaban de recuperar los niveles prepandemia
La vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, elevó de nuevo el tono este jueves para marcarle el paso a su socio de Gobierno y el partido con el que espera reeditar la coalición. En una rueda de prensa desde Barcelona, tras un acto con motivo de la Presidencia europea, la también titular de Trabajo en funciones reclamó hacer permanente los impuestos extraordinarios a la banca y a las compañías energéticas. Y lo hizo debido a los excesivos márgenes empresariales.
Este argumento de la vicepresidenta choca precisamente con la línea oficial del Ejecutivo, que en la última oleada del Observatorio de Márgenes, publicada la semana pasada, señalaron que solo ahora los beneficios han alcanzado los niveles de antes de la pandemia. No solo eso, sino que dicha recuperación se habría producido a la par que la del poder adquisitivo de los salarios, debido fundamentalmente a un retroceso en los costes de las materias primas y de la energía. Dos fuerzas que han permitido que la inflación haya descendido al mismo tiempo.
Yolanda Díaz, en una comparecencia junto al responsable de Empleo de la Comisión Europea, Nicolas Schmit, recuperó su discurso más beligerante contra los márgenes empresariales. Esta es, señaló la vicepresidenta, la principal causa detrás de la crisis inflacionaria que arrastramos desde meses antes de la invasión rusa de Ucrania.
El Observatorio de Márgenes descarta un enriquecimiento
«La crisis de inflación que estamos sufriendo no está causada por los salarios, sino que está causada por los extensos márgenes empresariales que están teniendo las empresas en nuestro país y en Europa», denunció, poniendo a renglón seguido como ejemplo a las energéticas y la banca, justificando la necesidad de convertir en permanentes los impuestos temporales a estos dos sectores. «Los beneficios conocidos hoy -en relación a la publicación de las cuentas de Bankinter- son históricos, récord, en un momento en que nos encontramos en una crisis de inflación que está empobreciendo a la ciudadanía», alegó la vicepresidenta.
Según el segundo informe del Observatorio, para el conjunto de la economía -excluyendo los sectores energéticos- los márgenes sobre ventas se han recuperado por completo hasta los niveles registrados en el último trimestre de 2019, antes del estallido de la pandemia, aunque con notables diferencias por sectores. Por ejemplo, en el caso de la cadena agroalimentaria, sus ganancias por venta se encuentran aún 20 puntos por debajo de la marca del cuarto trimestre de 2019.
«Adoptando una perspectiva a medio plazo, una vez superado un periodo de extraordinaria volatilidad, estos márgenes podrían retomar un patrón de comportamiento más estable, tras alcanzar su nivel pre-pandemia«, detalla el documento elaborado entre los Ministerios de Economía y Hacienda y el Banco de España.
Yolanda Díaz: «No hay justicia fiscal»
La vicepresidenta insistió ante los medios que en España «no hay justicia fiscal», entendida como que pagan más quienes más tienen, lo que está resultando un escollo en las negociaciones con el PSOE para reeditar el Gobierno de coalición. Sobre los impuestos a los sectores más beneficiados por la crisis de Ucrania, como las energéticas o la banca por la subida de tipos de interés, Díaz calificó de «enorme injusticia fiscal» la previsión de unos beneficios aún superiores hasta el año que viene.
Con todo, esta recuperación o despegue de los márgenes empresariales podría tener las horas contadas. Así, a juicio de los expertos de Funcas, que este jueves presentaron sus previsiones actualizadas para 2024, el hecho de que el deflactor del PIB -el indicador que mejor refleja las presiones inflacionarias- pase del 5,5% al 3,5% el año que viene implica que las tensiones de preciso se moderarán. Por un lado, por los costes salariales, pero también por los excedentes de explotación, que se crecerán a menor ritmo porque la demanda aumentará de una manera más moderada, lo cual restringirá la posibilidad de que las compañías puedan subir precios como hasta ahora.