El precio de la vivienda sube un 3,2% en febrero
Los mayores aumentos del precio de la vivienda se han dado en las islas y la costa mediterránea, pero baja levemente en las capitales de provincia y las áreas metropolitanas
El precio de la vivienda registró en febrero, por segundo mes consecutivo, una leve contracción del 0,1% en tasa mensual, que sitúa la variación en el último año en el 3,2%, según el índice Tinsa IMIE General publicado este miércoles.
Por áreas, se registran leves contracciones mensuales en los grupos de Capitales y Grandes Ciudades (-0,4%) y Áreas Metropolitanas (-0,2%). Los crecimientos mensuales, también leves, se sitúan en ‘Islas’ (+0,6%), ‘Costa Mediterránea’ (+0,4%) y ‘Resto de municipios’ (+0,1%), que agrupa a las localidades más pequeñas del interior peninsular.
En el segundo mes del año la variación interanual se ha situado entre el 2,5% de las ‘Capitales y grandes ciudades’ y el 7,9% de los territorios insulares. Todos los grupos mantienen su tendencia a la desaceleración de precios en términos interanuales, con ligeros repuntes en ‘Costa Mediterránea’ y ‘Resto de Municipios’.
El Índice General acumula en febrero de 2024 una revalorización del 38,7% desde el mínimo tras la crisis financiera (agosto 2015) y el valor medio de la vivienda se mantiene un 18,4% por debajo de la referencia alcanzada a finales de 2007.
La mayor distancia entre los grupos analizados respecto a máximos del boom inmobiliario se localiza en la ‘Costa mediterránea’, con un 27,6%, seguida de cerca por ‘Resto de municipios’ (27,2%). En el extremo contrario, en los territorios insulares la variación respecto a máximos es solo del -2,6%.
La directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias, señaló que «en febrero los precios residenciales se han mantenido en el entorno de la estabilización en todas las zonas, mostrando leves crecimientos mensuales en los grupos con mayor componente turístico y leves contracciones en los polos de empleo y sus áreas metropolitanas».
«La evolución mensual del volumen de compraventas e hipotecas muestra una moderación en la intensidad de las caídas que apuntaría hacia una estabilización de la demanda, siempre que se mantenga el nivel de empleo en la economía y no existan sorpresas al alza en la inflación y los tipos de interés», explicó.