Victoria pírrica para BBVA: decae el recargo fiscal al que se expone si compra el Sabadell

La derogación del Real Decreto-Ley ómnibus que aprobó el Gobierno supone eliminar los cambios en el impuesto a la banca, que incluía un recargo del 15% en la compra de entidades

La fusión permitirá a BBVA y Sabadell competir por el liderazgo en el mercado financiero español. Foto: Ricardo Rubio / Europa Press

La fusión permitirá a BBVA y Sabadell competir por el liderazgo en el mercado financiero español. Foto: Ricardo Rubio / Europa Press

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La derogación del Real Decreto-Ley ‘ómnibus’ con medidas urgentes que el Gobierno aprobó a finales de año supone la eliminación del recargo en el impuesto a la banca que el Ministerio de Hacienda introdujo para contemplar la opa del BBVA sobre el Banco Sabadell, una victoria pírrica para la entidad pocas horas después de que la empresa catalana anunciara el retorno de su sede fiscal a Cataluña.

El Gobierno introdujo un cambio en la reforma fiscal apenas una semana después de aprobarse definitivamente en el Congreso de los Diputados, un ajuste que justificaban por «razones técnicas» y que modificaba la estructura del nuevo impuestos sobre el margen de intereses y comisiones de determinadas entidades financieras. Estas modificaciones se hicieron «por coherencia y para el caso de que se lleven a cabo operaciones de modificación estructural en las se [sic] extingan entidades, se prevé un ajuste del impuesto de la entidad adquirente en la operación».

Esto suponía un recargo del 15% en el impuesto para el BBVA en el caso de que la opa sobre el Sabadell saliera finalmente adelante. Se trata de la única operación en el mercado financiero español que hay encima de la mesa y la CNMC y la CNMV están estudiando dar su plácet a la misma.

Entre los cambios técnicos, se introdujeron modificaciones al periodo de devengo del impuesto, por «razones técnicas», eliminando algunos de los preceptos que limitaban el periodo impositivo y que incluían, por ejemplo, la extinción de la entidad o su salida del país.

Y se añadió un nuevo apartado con una cuota íntegra ajustada, que eleva la cuantía en un 15% de su importe para aquellas entidades que compren otras, que sean extinguidas «y cuyo margen de intereses y comisiones (…) en el ejercicio económico en el que tenga efectos contables la operación de modificación estructural, exceda de la cantidad que resulte de prorratear el importe de 100 millones de euros anuales por los días transcurridos de dicho ejercicio».

Este incremento, señalaba el nuevo artículo, «se aplicará en el impuesto que se devengue correspondiente al periodo impositivo en el que tenga efectos contables la operación de modificación estructural».

El cambio al impuesto a la banca se incluyó en una norma de 140 páginas con otros preceptos, como la subida de las pensiones con el IPC o la prórroga de las ayudas al transporte, entre otras medidas.

El Ejecutivo confiaba en que el PP, mediante una abstención, permitiera la aprobación de la norma, o que Junts finalmente se sumase a la mayoría gubernamental.

Sin embargo, el PP ya adelantó durante el debate de la norma que no la apoyaría, abriendo una puerta a la abstención. Esta se cerró en cuanto la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, confirmó que los siete diputados neoconvergentes votarían en contra de todas las propuestas que hoy llevaba el Gobierno al Congreso.

Finalmente, el Real Decreto-Ley ha recibido 171 votos a favor y 177 en contra, sumados los votos de PP, Vox y Junts.

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Álvaro Celorio

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