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Trabajo ofrece más flexibilidad en el recorte de jornada para atraer a la CEOE
El Ministerio ofrece que la distribución irregular de la jornada, del 10% anual, se aplique durante 2025 sobre las horas por convenio previas a la reforma
El Ministerio de Trabajo ha propuesto flexibilizar la aplicación de la reducción legal de la jornada de 40 horas a 37,5 horas semanales mediante la distribución irregular de la jornada, que podría hacerse aplicando el tope normativo del 10% sobre el tiempo de trabajo establecido en convenio y no sobre las nuevas horas, resultantes de la reforma.
El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, se ha felicitado por que se hayan producido avances en la mesa de diálogo social, asegurando que ha constatado un cambio de actitud en la CEOE y Cepyme, después del ultimátum que les dio la semana pasada y tras poner otra propuesta detallada encima de la mesa.
«Hemos incorporado a nuestro documento de reducción de la jornada una propuesta de flexibilidad que tiene que ver con la capacidad de distribuir irregularmente la jornada para que las empresas tengan un mayor tiempo de adaptación«, ha aseverado el ‘número dos’ de la vicepresidenta Yolanda Díaz.
Pérez Rey ha celebrado la «mayor concreción» en las propuestas de la CEOE, por lo que afronta con optimismo la posibilidad de un acuerdo tripartito con sindicatos y empresarios. «Han dicho claramente que quieren medidas de flexibilidad que no sean puramente episódicas, que permitan una mayor distribución y flexibilidad en el uso del tiempo de trabajo por parte de las empresas una vez reducida, y un mayor margen transitorio para la adaptación para las 37,5 horas», ha subrayado.
La propuesta del Gobierno también incluye incluir como «muy grave» aquellas sanciones vinculadas a la salud de los trabajadores si se ve afectada por la jornada. «Esto es una evidencia. Trabajar mucho y los excesos de jornada matan«, ha subrayado.
Los sindicatos han valorado positivamente la reunión, aunque han recordado que el recorte de jornada legal que se aplicó en 1983 se hizo sin acuerdo con la patronal y sin ninguna clase de régimen transitorio, sin que eso supusiera un «apocalipsis». «Hay que avanzar y tenemos que ser flexibles e intentar incorporar a la patronal, pero en la situación que se dio hace 40 años no fueron necesarias ni tantas transitoriedades ni tantos requisitos», ha dicho el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján.
Las centrales también han abierto la puerta a una mayor flexibilidad en cuanto a la entrada en vigor de la reforma, asegurando que si «hay un espacio para acuerdo tripartito nos podemos mostrar flexibles, siempre dentro de la concreción». «Podemos buscar fórmulas de flexxibilidad, siempre dentro de un periodo razonable», ha dicho el secretario de Estudios y Formación sindical de CCOO, Carlos Gutiérrez.