Trabajadores de la banca se movilizan para pedir subidas salariales «acorde con los beneficios»
UGT, CCOO y FINE reprochan la "paralización" de los convenios colectivos cuando el sector está registrando "beneficios históricos"
Más de 3.500 trabajadores del sector financiero, según los sindicatos, salieron este miércoles a la calle en Barcelona, Valencia y Sevilla para exigir a las entidades del sector financiero incrementos salariales «acordes con los beneficios del sector» y «medidas de calado que mejoren un clima laboral cada vez más insostenible».
Esta jornada reivindicativa, convocada por los sindicatos UGT, CCOO y FINE, se produce tras la manifestación celebrada en Madrid el pasado 8 de febrero y como antesala al paro de 2 horas convocado en el sector para el próximo 26 de febrero de 8.00 a 10.00 y, si no hay avances, la huelga de 24 horas convocada para el viernes 22 de marzo. según explicó UGT.
Según explican los sindicatos en un comunicado conjunto, en el sector se están registrando «beneficios históricos, subidas salariales para los presidentes y consejos de administración y magníficos dividendos para los correspondientes accionariados», lo que contrasta con «la paralización» de los convenios colectivos que regulan las condiciones de trabajo.
Dicha paralización se produce porque las patronales ofrecen subidas salariales por debajo del IPC «muy alejadas» de las reivindicaciones sindicales y de los beneficios obtenidos por las entidades. Por otra parte, denuncian que proponen «empeorar aún más las condiciones de un sector marcado por un clima laboral insostenible, eliminando beneficios como la ayuda de estudios o aumentando la movilidad geográfica», entre otras cuestiones.
Así las cosas, los representantes de los trabajadores exigen incrementos salariales acordes a los beneficios del sector que les hagan recuperar poder adquisitivo y que se apliquen a toda la plantilla, sin compensar ni absorber. También demandan topes del interés de los préstamos a la plantilla, ante la subida del euríbor y medidas para mejorar el clima laboral, deteriorado por una «fuerte presión» comercial.