Toque de atención de la OCDE: la productividad de España subiría un 30% si mejora la formación
Cerrar las brechas de productividad en comparación con otros países y evitar el exceso de trabajadores sobrecualificados dispararía la productividad de la economía española un 30%
(Foto de ARCHIVO) La vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Trabajo Social, Yolanda Díaz, durante una comparecencia en la sede de la OCDE, a 5 de junio de 2024, en París (Francia). La OCDE ha presentado hoy un informe sobre la evolución de la productividad en España en el que constata los efectos positivos que han tenido la reforma laboral de 2021, la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) y los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) para el crecimiento de la productividad. Durante la presentación se ha puesto de manifiesto la «robusta» rebaja de la tasa de temporalidad en España, desde el 21% a finales de 2021 al 13% en 2023, impulsada por la reforma laboral. Ministerio de Trabajo y Economía Social 05 JUNIO 2024; 05/6/2024
España tiene en su mano un aumento de la productividad de la economía que pueda limitar, si no anular completamente, cualquier potencial guerra arancelaria al mejorar la competitividad internacional de la economía. Cerrar la brecha de productividad con los países más avanzados y evitar el exceso de trabajadores sobrecualificados podría elevar un 30% la eficiencia de nuestro país.
El último informe de Proyecciones económicas de la OCDE, publicado esta semana, dio una de cal y otra de arena a España. Por un lado, fue la única economía avanzada a la que se revisaron al alza sus previsiones de crecimiento tanto para este ejercicio como para el próximo (al 2,5% y al 2,1%, respectivamente).
Pero, por otro, dio un toque en cuanto a la deuda de cara al gasto en Defensa y, sobre todo, requirió las reformas que permitan cerrar esa brecha de productividad.
«De manera amplia, las políticas que promueven la acumulación de habilidades y la asignación efectiva de los trabajadores cualificados pueden ayudar a moderar el impacto de los incrementos de barreras comerciales al mejorar la competitividad internacional», destaca la organización con sede en París (Francia).
En este sentido, si España cerrase la brecha en las competencias de los adultos en comparación con los tres mejores países del conglomerado, esto supondría incrementar un 25% su productividad. Se trata de uno de los porcentajes más elevados de los países comparados, solo superado por Italia (en torno al 28%) y Corea (30%). Llevar la media de la OCDE hasta el promedio del podio supondría elevar la eficiencia económica en un 17%.
Pero no queda ahí la cosa. «Mejorar la eficiencia con la que los trabajadores cualificados son emparejados con el puesto de trabajo apropiado podría suponer ganancias adicionales de productividad del 5%», indica la OCDE. Esto sería en la media de sus asociados. España se encontraría ligeramente por debajo de esa ganancia, en torno a un 4% adicional.
Otras políticas que podrían ayudar son la reducción de carga regulatoria en la creación de empresas y en su crecimiento, medidas que fomenten el movimiento de la mano de obra, «incluyendo medidas bien diseñadas de vivienda y políticas del mercado laboral», así como medidas para fomentar la formación a lo largo de toda la carrera laboral. Todo ello «podría ayudar a reducir la gravedad de la falta de emparejamiento de las cualidades».
La OCDE también destaca que España ha sido uno de los países en los que más rápido se han recuperado los sueldos reales del conglomerado, espoleados por las subidas progresivas del salario mínimo interprofesional (SMI). «Las subidas robustas de los salarios mínimos apoyaron el ‘momentum’ salarial en algunos países europeos y este crecimiento fuerte de la base salarial fue acompañado por las pagas extras de invierno en Japón», destaca el documento.
Como ya informó ECONOMÍA DIGITAL, el Banco de España ha lanzado la voz de alarma sobre los incrementos salariales, en tanto que están disparados al 5%, por encima de lo fijado por convenio, debido a la composición del nuevo empleo creado y también a las tensiones en el mercado laboral.
«En la actualidad, la tensión de los mercados laborales en muchas economías hacen más probable que un pico en los precios alimente las peticiones de salarios nominales más altos», advierte la OCDE. Lo que podría alimentar, a su vez, una espiral inflacionista.