La situación del sector inmobiliario tras los aranceles de Trump, ¿bajará el precio de las viviendas?

La tensión comercial internacional amenaza con enfriar el mercado inmobiliario español y reducir la demanda extranjera

Trump vivienda aranceles

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

La reactivación de la política arancelaria por parte de Donald Trump amenaza con generar un nuevo terremoto económico a escala global, cuyas consecuencias podrían extenderse más allá del ámbito comercial y afectar directamente a sectores estratégicos como el inmobiliario. Aunque el impacto inmediato en los precios de la vivienda en España aún no se refleja en los datos, expertos ya advierten de una posible caída en la demanda internacional que podría traducirse en bajadas de precios a medio plazo.

El comprador extranjero, en el punto de mira

Sergio, conocido en redes como @sergioexcellencecircle y especialista en inversión inmobiliaria, ha lanzado una advertencia clara: “Lo que acaba de hacer Trump marca un antes y un después en la economía mundial”. La decisión del expresidente de los Estados Unidos de imponer nuevos aranceles a productos importados, en particular a los procedentes de la Unión Europea, activa una alerta sobre el futuro inmediato de la vivienda en España.

Uno de los primeros efectos visibles ha sido el retroceso en los mercados financieros y la caída del dólar, una señal clara de que la incertidumbre ha empezado a hacer mella en la economía internacional. Esta situación podría endurecerse aún más si la guerra comercial se intensifica, afectando a sectores clave del tejido económico europeo como el automovilístico, muy relevante en países como Alemania.

Alemania vende menos, España sufre más

Y aquí es donde entra el mercado inmobiliario español, estrechamente vinculado al comprador extranjero. En lugares como la Costa del Sol, Baleares o la Comunidad Valenciana, una parte significativa de las operaciones de compraventa de viviendas es realizada por ciudadanos europeos, especialmente alemanes, británicos, franceses y belgas. Si estas economías se ven resentidas por una menor capacidad exportadora, como es previsible con los nuevos aranceles, la capacidad de sus ciudadanos para invertir en segundas residencias en España también se reducirá.

“Si Alemania vende menos coches, no va a poder comprar sus casitas en Mallorca”, apunta Sergio con rotundidad. Este cambio en la dinámica de inversión extranjera podría significar un descenso en la demanda en zonas con alta dependencia del comprador internacional, lo que llevaría de forma casi inevitable a una corrección de precios.

A este contexto hay que sumar el posible encarecimiento de las materias primas, otro efecto colateral de los nuevos aranceles. La construcción se nutre de materiales importados cuyo precio podría incrementarse, encareciendo el coste de las nuevas promociones y generando una mayor presión sobre el sector promotor. A largo plazo, esto puede desincentivar el lanzamiento de nuevos proyectos, reduciendo la oferta y agravando el desequilibrio del mercado.

Inflación y tipos altos: el cóctel que enfría la compra

Por si fuera poco, la inflación sigue siendo un factor desestabilizador. Si se mantienen tipos de interés elevados para combatirla, el acceso al crédito hipotecario se complica para las familias, limitando aún más la capacidad de compra en un entorno económico incierto. “Quizá no lo notemos en un trimestre, pero en un año podemos estar hablando de problemas muy serios”, advierte Sergio.

Ante este escenario, algunos expertos recomiendan anticiparse a posibles movimientos bajistas. El mensaje para quienes están pensando en vender es claro: “Hazlo ahora”. Con la posibilidad de que la demanda disminuya drásticamente en los próximos doce meses, el momento actual puede representar una oportunidad para obtener un mejor precio por los inmuebles antes de que el mercado se enfríe.

¿Burbuja? No por ahora, pero sí un cambio de ciclo

Aunque aún es pronto para hablar de una burbuja o una crisis inmobiliaria como la de 2008, los ingredientes de una corrección suave ya están sobre la mesa: caída del poder adquisitivo internacional, aumento de costes constructivos, reducción del crédito y tensiones geopolíticas. Todo ello en un contexto de creciente incertidumbre que amenaza con poner a prueba la fortaleza del ladrillo español.

En definitiva, los aranceles de Trump no solo reavivan la guerra comercial, sino que podrían actuar como catalizador de una nueva etapa para el mercado inmobiliario en España, más prudente, menos internacional y con precios ajustándose a una nueva realidad económica global.

Comenta el artículo
Alba Carbajal

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta